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A los pies del templo, adosada y centrada con su muro oeste, se levantó una torre compuesta de planta y dos alturas. Es de sección cuadrada y realizada con buenos sillares. Se remata mediante cornisa biselada. (Imagen 1). Hoy se accede a la misma desde el interior de la vivienda; pero hubo puerta en su lienzo sur, cegada en la actualidad (Imágenes 1 y 2). Queda el arco de medio punto dovelado que la configuraba. Sobre ese arco se aprecia un pequeño ventanuco de la primera planta y más arriba el vano geminado -cegado- de este lienzo. En la zona superior de cada uno de los lienzos hay un airoso ventanal geminado. Todos ellos se cegaron. Las imágenes 3 y 4 corresponden al del lienzo oeste visto a través de el derruido tejado de la vivienda. Componen los elaborados elementos del ventana un doble arco de medio punto, monolítico, capitel, fuste y basa decorada con bezantes.

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La planta baja de la torre está realizada a base de medio cañón cuyo eje sigue el del templo. Arranca directamente de la roca en que asienta la iglesia (Imagen 5). En su lado sur abre la puerta descrita y hay otra al frente que en su tiempo comunicó con el templo. Dada la disposición poco habitual de torre centrada en el hastial de poniente quizá fuese concebida como torre-pórtico al estilo de las existentes en el no lejano Sobrarbe.

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El siguiente cuerpo de la torre está dividido en dos espacios por un suelo de madera que se ha venido abajo en su casi entera totalidad. No tiene comunicación directa con el inferior ya descrito. Hoy se accede al mismo por escaleras desde el interior de la vivienda. Probablemente en origen el acceso fuera a través del vano existente en el hastial de poniente a través de un coro alto.

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La torre se cierra mediante una falsa bóveda (Imagen 6) montada sobre dos arcos de medio punto cruzados en su centro y apeados en toscas ménsulas existentes en los ángulos de la torre (Imágenes 7 y 10). No es frecuente ese modo de cierre remedando las bóvedas como la de Ainsa pero sin tener fundamentos técnicos para realizarla.

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Las imágenes 9 a 11 muestran varios de los ventanales, uno parcialmente cegado. Notar los apeos de los fajones de la bóveda en las esquinas. Cumplen la función elemental de las trompas. Las imágenes 12 y 13 corresponden a la vivienda adosada al templo. La primera es la vista nada más traspasar la portada del muro sur. A la derecha vemos la esquina de la torre. La otra muestra un horno de pan, vestigio de una economía de subsistencia que obligaba a ser autosuficientes.

Este templo es bello, su entorno es magnífico y su estado de conservación, aun siendo preocupante es a día de hoy aceptable. Debería de ser desescombrado, consolidado y rehabilitado para que perdure. Merece la pena. No he vuelto a él desde hace diez años cuando hago revisión de este trabajo. Temo por su integridad, especialmente en la cabecera. Situado fuera de las rutas habituales, dedicarle esfuerzo es problemático.

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Ha pasado el tiempo y nada ha evitado que la ruina de la Fabana siga adelante. En el momento de actualizar el sitio web (2021) he recuperado imágenes que me envió mi amigo Eugenio Monesma en marzo de 2016 (Imágene 14 y 15). En ellas vemos que la cabecera absidal sigue desmoronádose y que se ha desmoronado la parte posterior del edificio situado a poniente del templo.

La imagen 16, tomada de Facebook en enero de 2020 da noticia de que la bóveda de la nave se ha desplomado, como era previsible de no haber mediado alguna actuación...

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