LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO

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SERPIENTES EN SAN PEDRO DE JACA


La catedral de San Pedro de Jaca se está engalanando para recibir a un nuevo Año Santo Jacobeo. Por fin podremos volver a disfrutar de un nuevo y renovado Museo Diocesano acorde con la trascendencia de este enclave tanto en el Camino de Santiago como en el papel de referente el el Arte Románico.

El atrio occidental está siendo adecentado. Renovado parte de su deteriorado pavimento y liberados de suciedad sus elementos formales, entre los que se incluye el emblemático tímpano cuyo crismón trinitario provocó ecos por toda la cristiandad.

En una de mis reiteradas visitas a la Catedral, llamó mi atención algo que me había pasado desapercibido hasta ese momento. Me refiero a la culebrilla que asoma entre los frondes vegetales que saturan deliciosamente la cesta de uno de los grandes capiteles situados en lo alto de pilastras cilíndricas. Ese capitel que junto al otro de ese lado, lucen epigrafía que señala a un hipotético Maestro Bernardo como su autor (Ver artículo).

Seguro que esa delicado motivo de la serpiente transmite un mensaje, más allá del simple alarde del escultor que la sitúa semiescondida y como único motivo animado de ese tremendo capitel. Es por ello que he retomado todas las imágenes que dispongo de la catedral en busca de los motivos que contienen serpientes para tratar de comprenderlo.

Las imágenes que aporto son interactivas. Situando sobre ellas el cursor, se resaltará el perfil de la serpiente existente en las mismas.

Antes de comenzar a repasar imágenes de Jaca, quiero señalar el conocido hecho de que la serpiente es un símbolo ambivalente. Si bien el Apocalipsis nos la presenta como algo negativo (“Un Ángel tomó al dragón, la serpiente antigua que es el diablo y la encadenó por mil años. Vencido el plazo, Satanás será soltado y saldrá a extraviar a las naciones.”) y además identificando el concepto "serpiente" con el de "dragón", también en otros lugares se presenta como elemento positivo, probablemente a causa de que se emplea como símbolo de regeneración y penitencia.

En el Fisiólogo encontramos descrito que cuando la serpiente envejece, se debilita y deseando renovarse, guarda ayuno durante cuarenta días y después busca un espacio angosto entre piedras para pasar a su través despojándose de su vieja piel. Ese hecho ha sido tomado como metáfora penitencial de quien desea renovarse espiritualmente, debiendo de aceptar la penitencia del ayuno para luego buscar la angosta entrada del cielo ("como el ojo de una aguja") quizá significada en la simbólica puerta de entrada al templo sobre la que el tímpano instruye con palabras e imágenes al penitente.

Algo así hacían los peregrinos al quemar sus viejas ropas ante "la cruz de los farapos" situada en las cubiertas de la catedral de santiago

Es desde esa perspectiva que llegaremos a comprender la iconografía del tímpano de Jaca y lo que indican sus "serpientes".

A nuestra izquierda aparece un personaje postrado sujetando a una serpiente por la cola, bajo el león señalado en el texto: "PARCERE STERNENTI LEO SCIT XTVSQVE PETENTI" (El león sabe perdonar al caído, y Cristo a quien le implora)

Y a nuestra derecha hay un segundo león sobre el que reza este texto: "IMPERIVM MORTIS CONCVLCANS LEO FORTIS" (El poderoso león aplasta al imperio de la muerte). Bajo el mismo se reconocen dos de los animales negativos por antonomasia en la simbología románica: el oso y el basilisco. Basilisco, que es posible asimilarlo al concepto de "dragón" en tanto que serpiente alada, plena de peligros y males.

Así pues, ya desde el tímpano situado sobre el interfase atrio-templo se lanza el mensaje dual de bien y mal así como el camino que ha de seguir en fiel que desee renacer espiritualmente tras la penitencia: Ha de postrarse bajo Cristo, el León, que lo protegerá, y tomar el camino penitencial señalado por la serpiente. Es por eso que la sujeta de la cola. No teme que le pique. Quiere seguir su ejemplo.

Hay más serpientes en Jaca. Comenzaremos por el exterior. En los canecillos de la cabecera encontramos dos que en estos casos parecen tener una carga simbólica negativa. Una está mordiendo a un mono en la oreja, o indicándole al oído cómo seguir el camino del mal. El escultor señala ya al elegido para recibir el mensaje del mal como un mono, figura simbólica del ser humano depravado.

Luego un motivo muchas veces repetido: la lucha entre el bien y el mal. Serpiente enroscada en el cuello de un león al que muerde en las fauces.

A continuación muestro dos placas cuadradas con motivos escultóricos situadas bajo la cornisa y entre canecillos en el ábside sur. Lo primero que llama la atención es el notable deterioro de las mismas, más de lo que sería de esperar dada su protegida situación. No sería extraño que pudieran ser placas "random" reubicadas en este lugar.

Lo evidente es que ambas muestran un estilo y mensajes muy similares: figuras humanas en posición quiástica, como señala Prado Vilar (Brazos y piernas separados, casi en "X"). En la situada bajo estas líneas, el sujeto desnudo parece defenderse de la serpiente -carácter negativo en este caso- cubriendo su rostro con el mismo gesto que vemos en uno de los capiteles de la portada oeste y en su modelo, la aterrorizadas sirviente situada al lado de Orestes mientras éste da muerte a su padrastro en el sarcófago de Husillos.

En la otra placa, el personaje luce una túnica clásica desplegada a ambos lados de su cuerpo, como si de unas alas se tratase. Toma a la serpiente; pero no transmite la sensación de horror del anterior, sino que parece encaminarla, cabalgándola. De nuevo ambivalencia bien/mal en el mensaje transmitido. El justo no teme a la serpiente. Está por encima del mal.

En la portada oeste, a nuestra derecha, hay dos capiteles. Uno de ellos es el que hace referencia a Daniel en el foso de los leones, por segunda vez, mientras es alimentado por Habacuc.

El otro, bajo estas líneas muestra entre pitones jaqueses una escena retomada de las placas random ya vistas. El personaje con clámide sujeta a la serpiente sin miedo aparente hacia ella, mientras que a sus lados sendas figuras humanas desnudas adoptan la misma posición descrita de pánico heredado de Husillos. El justo no teme a la serpiente. Es ella la que le indica como alcanzar la salvación por medio de la penitencia.

Y este mensaje del justo que no teme a la serpiente se refuerza ya al interior del templo en el capitel que hay nada más rebasar la portada a nuestra derecha, adosado al muro de poniente. Afuera han quedado los aterrorizados personajes desnudos que no han aceptado la penitencia que expresa la idea de la serpiente ya desde el propio tímpano.

El justo que la porta en su mano derecha, es señalado con una aureola de santidad mientras otros dos personajes también con clámide se hallan entre leones que lamen sus pies y que están sojuzgados como señala la correa al cuello del izquierdo. Ellos, los justos, aceptando la penitencia y el mensaje, han vencido al mal.

Hay otro capitel en el que aparece una serpiente, en este caso con connotación negativa. Se halla en el arranque de la nave sur, en el lado norte de su embocadura. Muestra una figura central que recuerda a las orantes clásicas flanqueada por sendos ángeles que la señalan y que posiblemente aquí represente la Anunciación a la Virgen. A sus lados, en plano inferior y en forzada posición de sometimiento, hallamos a un simio encadenado y a otro personaje con una serpiente rodeando su cuello que con su pie derecho pisa un libro. Otros dos seres monstruosos los acompañan a los lados. El mensaje: de nuevo el bien y el mal. En este caso, a mi juicio, Maria vencedora del pecado y señalada por los ángeles como Madre del Redentor.

Hay un detalle en el capitel que corona la pilastra cilíndrica posterior del lado sur del templo que recuerda vagamente a una serpiente. Lo muestro bajo estas líneas y creo que tiene interés por cuanto que entiendo que tanto este capitel como el otro semejante de este lado señalado con la marca de cantero "S", inacabados, son realizados de modo tosco por cantero sin la habilidad del Maestro. Repite -copia- el símbolo, contrapuesto con una estrella al otro lado de esa cara. No ha comprendido el mensaje y además no lo sabe representar.

Quedan todavía dos capiteles con serpientes. Uno de ellos se halla en la sala capitular. Lo muestro bajo estas líneas. Son justos. Llevan clámide y ni los leones ni la serpiente les inquietan. A reseñar que el ábaco con su extraña decoración se repite, idéntico en la iglesia de San Pedro de Loarre y en una arquivolta de la portada de San Pedro el Viejo en Huesca. lo cual no es de extrañar, dado que los capiteles de esta zona, sala capitular y claustro corresponden a un momento edificativo posterior al del gran maestro de la catedral.

Otro tanto cabe decir de este capitel del claustro que se halla en la iglesia de santiago. Esos dos mofletudos personajes, sin duda "primos" de los situados en la puerta de Mediavilla de san Serenín de Tolosa, muestran una misma iconografía coherente con lo hasta ahora señalado.

Y una última cuestión: esa culebrilla que surge diminuta de entre los elaborados frondes del magnífico capitel del Maestro.. que significado tiene. ¿Representa el lado positivo o el negativo de la serpiente?.

Puesto que no hay figuras humanas para referenciarla con arreglo a lo expuesto, me inclino a pensar que el genial escultor quiso representar no al peligro encerrado tras la belleza (sería coherente en una labra aislada y fuera del contexto de lo apuntado) sino a la idea de renovación, de exponente del ciclo muerte-resurrección que lleva aparejada la idea de la serpiente que ha pasado por el trance de la penitencia y el cambio de piel y surge a una nueva vida.

Idea que retomará más tarde el Maestro Mateo en el final del Camino haciendo surgir de modo impetuosos al hombre, desnudo y renovado, de entre la vegetación.


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