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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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| -SANTA CRUZ DE LA SERÓS. PARROQUIAL DE SAN CAPRASIO- (BIC. 17-XII-2004) |
  UTM 30T 691260 4710819 778 m. |
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Santa Cruz de la Serós es una pequeña localidad altoaragonesa bien conocida por ser el punto de partida hacia el monasterio de San Juan de la Peña. En ella hay un magnífico templo que es el de Santa María, pero no hay que olvidarse del pequeño templo de San Caprasio lleno de encanto y sabor lombardo edificado con proporciones a la medida del hombre. En el acceso al lugar, nuestra vista se dirige a la majestuosidad de Santa María situada frente a nosotros. Hay que estar atentos a nuestra derecha poco antes del giro que inicia la subida hacia el monasterio de San Juan para localizar este delicioso ejemplar del arte lombardo. La iglesia de San Caprasio es el edificio lombardo situado más al oeste de todo Aragón. Su edificación (1020-1030) se remonta a tiempos de Sancho III el Mayor rey de Pamplona (2002, 2003, 2004, 2009, 2012, 2013, 2022 y 2026).
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La torre que se eleva sobre el presbiterio es un añadido románico a la obra lombarda. Cronológicamente corresponde al siglo XII. Carece de acceso alguno desde el interior por lo que la subida a la misma, me temo, se realizará con escaleras móviles. En tiempos, la torre era aun más alta, pues se le añadieron dos cuerpos modernos como puede observarse en la imagen de archivo (Imagen 3). La fábrica del templo se realizó a base de sillarejo desbastado a maza con técnicas típicamente lombardas. Tiene planta de nave única dividida en dos tramos, un corto presbiterio con arco ciego a cada lado y ábside con sendas hornacinas y tres ventanas con grandes derramas interiores (ver planta).
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Al exterior la decoración es lombarda con una serie de arquillos ciegos recorriendo su perímetro apeando alternativamente en ménsulas o lesenas. Crean bellos efectos de claroscuro según la posición del sol. Juegos de sombras, luces y volúmenes que constituyen ala única decoración de este tipo de templos. (Imágenes 1 a 8). En el ábside, los arquillos ciegos también son pareados y apean alternativamente en ménsulas o lesenas. Son de tamaño desigual, siendo más grande aquellos que cobijan cada uno de los tres vanos absidales (Imagen 8). Dos vanos en el muro sur contribuyen a la iluminación interior (Imagen 2). La puerta de acceso se halla en el hastial occidental, descentrada al sur y su presencia elimina un par de arquillos ciegos en el mismo. Es de medio punto, adintelada al interior. (Imágenes 6 y 13). Personalmente es uno de los edificios que más me agrada del románico por su pequeño tamaño, pureza de formas y soluciones lombardas, tanto al exterior como al interior.
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La nave se estructura en dos tramos (ver planta) separados entre si por un fajón (Imágenes 9 y 12) y cubiertos ambos por sendas bóvedas de arista. En las imágenes 9 y 10, se aprecia claramente la "triple esquina" lombarda formada por la conjunción del fajón, arranque de la arista y el arco formero, tan típica de lo lombardo. Esta peculiar "triple esquina" autentifica el arranque de algunos monumentos, que aunque no llegaron a acabarse según la idea original lombarda, se iniciaron como tales (como la cripta de Samitier, entre otros).
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Los tres ventanales del ábside muestran una pronunciada derrama al interior (Imagen 11). Recuerdan a los exteriores de Obarra.
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Cuando decidas subir al emblemático Monasterio de San Juan de la Peña no pases de largo por delante de la iglesia de San Caprasio. Para y recrearte con su pequeña grandiosidad que encierra la esencia del arte constructivo lombardo. El templo se halla siempre esperando. No está cerrado. Una verja de hierro permite desde su puerta contemplar el interior. A mano izquierda hay un interruptor temporizado que ilumina el templo, sin necesidad de monedas.
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