LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO

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-BORAU. ERMITA DE SAN ADRIÁN DE SÁSABE-

(BIC. 14-VIII-1965)



UTM 30T 697534 4727821 1081 m.

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SÁSABE DESDE EL SURESTE

Cuando ya te has acostumbrado a ver muchos templos románicos y a comprender cómo elegían el lugar para erigirlos con idea de perdurabilidad, San Adrián de Sásabe rompe por completo todos las ideas previas que puliéramos tener. Por regla general el templo románico suele ser edificado sobre un estrato de piedra firme que garantice su estabilidad. Piedra sobre piedra al modo del lema de la Iglesia. Es por ello que la elección del lugar dónde se edifica Sásabe parece obedecer a que quien lo determinó hubiera perdido el buen juicio. Lejos de buscar un sólido estrato rocoso donde asentar sus muros eligió un lugar en la intersección de dos barrancos: el Calcil y el Lupán, que originan con su fusión el río Lubierre, afluente por la derecha del río Aragón entre los lugares de Abay y Ascara. Es un terreno húmedo y abundante en materiales de arrastre de los mencionados barrancos (2001, 2003, 2005, 2006, 2010, 2011, 2012, 2015, 2016 y 2022).

El hecho de que la cimentación del templo se realizara a base de puntales de madera soterrada da clara idea de lo expuesto. Cimientos no de roca sino de madera. Hecho que hubo de ser tenido muy en cuenta a la hora de drenar el perímetro de la iglesia para liberarla de su aspecto de "piscina cubierta" dado que si el nivel freático descendiera por debajo de los cimientos de madera, se resecarían y colapsarían provocando la ruina del edificio. Algún motivo de gran importancia debió de existir para edificar aquí y de forma tan excepcional. Habiendo lugares en el entorno con mejor calidad para cimentar el templo, es dado pensar que existiese algún otro factor que escapa a la lógica y a la seguridad arquitectónica, como una señal o hecho aparentemente milagroso que lo motivase sin descartar la posibilidad de buscar la funcionalidad de las aguas de cara a algún rito quizá bautismal.

1ASPECTO QUE DEBIÓ DE PRESENTAR EL TEMPLO COLMATADO4PLANTA DEL TEMPLO

La ermita de San Adrián de Sásabe pertenece a la localidad de Borau y se sitúa a unos doce kilómetros al norte de Jaca (Imagen 5). Llegaremos hasta aquí desde Jaca en dirección a Canfranc desviándonos a la izquierda entre Castiello y Villanúa en dirección a Aratorés. Luego llegaremos a Borau y lo rebasaremos en dirección a Aisa. A unos 1.100 metros, nada más rebasar el río Lubierre, hay que tomar una pista que sale a nuestra derecha remontándolo por su orilla derecha. En otros mil metros más o menos llegaremos frente a la ermita que queda al otro lado del río, a nuestra derecha. He de advertir que en ocasiones no es fácil pasar a la ermita. En época de estiaje la cosa es un poco más fácil, haciendo equilibrios, como mi hija, sobre piedras que sirven de pasaderas (Imagen 7). Pero cuando baja más agua y si además hay helada como ocurrió el pasado día 21 de enero de 2010, intentar caminar sobre unos palés cubiertos de escarcha, colocados con más voluntad que acierto, parecía una empresa poco aconsejable. La solución: cruzar con el coche y dejarlo justo a ras de unos bolos dispuestos para que no se circule más allá, apeándome directamente dentro del agua pero en ya zona de poco nivel (Imagen 8).

Insisto en la idea de que ubicar aquí el templo debió de responder a un planteamiento realmente excepcional, que desconozco. Tampoco es dado pensar en que variase el curso de los barrancos una vez edificado el templo puesto que se edificó sobre cimiento de maderos precisamente por ser zona sin asiento al uso. El supuesto hecho milagroso, de haberlo, creo que hubiera trascendido y llegado hasta nosotros bien en forma documental o por medio de tradiciones orales. No queda sino rendirse a la evidencia de que aquella gente deseó edificar "sobre el agua", acaso buscando la carga hierofánica de la misma. Con el paso del tiempo la obstinada naturaleza llenó de derrubios el interior del templo y lo sepultó hasta no dejar asomar nada más que su porción superior de modo que las gentes del lugar lo contemplaban de modo semejante al que muestro en las imágenes 1 y 2 accediendo al interior por el vano situado sobre la portada (que permanecía, al igual que el ábside, bajo los escombros). Así fue hasta el año 1962 en que obreros del "ICONA" lo sacaron de nuevo a la luz en magnífico estado de conservación.

2ASPECTO QUE DEBIÓ DE PRESENTAR EL TEMPLO COLMATADO3EL TEMPLO RESCATADO DE SU ENTIERRO

Hasta aquí no dejaría de ser un hecho anecdótico y excepcional si el templo hubiese sido "intrascendente". Pero ocurre que esta ermita era la iglesia de un desaparecido monasterio del siglo X donde compartieron sede los obispos de Aragón antes de que hubiera obispado en Jaca. Fue catedral de Aragón en cuanto que sede del obispo Ferriolo, consagrado por el obispo Galindo de Pamplona como parte de la campaña de reconquista desde ese reino. Los monasterios de San Pedro de Siresa, Ciella y Sásabe (o Sasau) se encargaban de organizar los territorios de sus respectivos valles. Comunidades de canónigos agustinos eran la punta de lanza religiosa para este fin.

El condado de Aragón pertenecía en lo espiritual al obispado mozárabe de Huesca; pero no hay mención anterior al año 992 a ningún obispo en este territorio libre de ocupación sarracena. Desde esa fecha hasta final del siglo X se citan cuatro obispos: Ferriolo, Fortuño, Atón y Oriol, nombrándolos como episcopus in Aragón o suborensis, o in Sesabi. Es un momento de inicio de reconquista desde Pamplona en el que no hay una sede episcopal como tal en relación con una civitas sino unos obispos itinerantes en relación con los monasterios de Ciella (desaparecido, a la entrada del valle de Ansó), San Pedro de Siresa, o el que tratamos, de Sasau o Sásabe.

Por el documento de consagración de Sásabe efectuado por el obispo Esteban de Huesca hacia el año 1104 sabemos algunos datos como que "Los sepulcros de siete obispos que aquí descansan (la cifra es errónea, dado que en una lápida existente se citan solo tres) y los privilegios de los reyes de aquel tiempo, testifican que la dignidad de la sede de Huesca destruida por los sarracenos, fue trasladada a la iglesia de Sasau; después de muchos años el glorioso rey Ramiro reunió en concilio a nueve obispos y trasladó la grandeza de la sede de Sasau a la iglesia de Jaca" (Durán Gudiol: Los condados de Aragón y Sobrarbe. Guara Editorial 1988).

En varios lugares se da como cierta la estancia en Sásabe del Santo Grial, previo a su traslado a Jaca y a San Juan de la Peña.

Es muy probable, a la luz de lo mencionado, que aquí hubiese un monasterio de repoblación anterior, dentro de la política de control del territorio desde Pamplona y que sobre el mismo fuera edificado el templo que actualmente podemos contemplar, consagrado en 1104 Por el obispo Esteban de Huesca y encomendado a su abad Sancho de Larrosa, quien probablemente lo concluyese. Sancho de Larrosa figura en documentos de la catedral de Huesca entre los años 1098 a 1101, firmando con una carita sonrient semejante a la que encontraremos quizá como su signum en una de las ménsulas del ábside de este templo. En 1122 fue nombrado obispo de Pamplona.

5LA VILLA DE BORAU6IMAGEN AÉREA DESTACANDO EL TEMPLO Y LOS BARRANCOS

7BELEN CRUZANDO EL RIO LUBIERRE EN ESTIAJE8EL RIO LUBIERRE EN ENERO DE 2010

El agua ha sido desde su origen la rectora y quizá motivo de su localización. Hierofanía que evoca limpieza, regeneración y pureza. Agua que permite por medio del bautismo renacer a una nueva vida. El río Lubierre pasa apenas a una decena de metros a poniente del templo, a mayor altura que este. El agua filtrada brota bajo nuestros pies empapando el terreno y provocando pequeñas cascadas por los escalones hacia el interior de la nave (Imágenes 9 y 10).

Tras la recuperación del templo en el año1962 volvió a ser así, penetrando el agua en su interior que aparecía como una piscina cubierta hasta finales de 2001 en que se acometieron las obras de drenaje y saneamiento del entorno del templo (Imagen 12). (Ver noticia en prensa). Ahora el agua se queda "a las puertas" encauzada por un complejo sistema que evita su embalse interior manteniendo húmedos sus cimientos lígneos. El reflejo del ábside en el agua de su entorno y el continuo rumor de su discurrir nos recuerda este excepcional emplazamiento y su desconocido motivo (Imagen 11).

9AGUA BAJANDO POR ESCALERAS DE PONIENTE10AGUA BAJANDO POR ESCALERAS DE PONIENTE

11REFLEJO DEL ÁBSIDE EN EL AGUA12INTERIOR EN LA PRIMAVERA DE 2001

La iglesia de San Adrián es templo de nave única, orientado y acabado en ábside semicircular al este. En él se mezclan con elegancia las formas de hacer de quienes aprendieron a edificar templos con los maestros lombardos y las nuevas corrientes constructivas y escultóricas que desde la emergente Jaca irradiarán a todo el mundo románico. Su gran altura de nave, que no aparenta al exterior tanto al estar todavía soterrados los últimos metros de la misma y la portada jaquesa implementada en un templo lombardista, la relacionan directamente con lo visto en Iguácel, si bien aquella es de mayor antigüedad en su obra original. Aquí el templo transmite la sensación de que puede haber sido edificado en una única campaña sobre otro preexistente, con dimensiones aúlicas al modo de Iguácel, pero con hechura de sillares ya de un primer momento jaqués y no con aparejo de sillarejo lombardista, como se inició Jaca, por ejemplo

13CABECERA DEL TEMPLO DESDE EL ENTORNO14LADO NORTE DE LA CABECERA

15VISTA SURESTE16DETALLE DEL ÁBSIDE DESDE EL ESTE

Además el templo, a pesar de su evidente acabado formal lombardista, comparte rasgos conceptuales del románico pleno como es el caso de la escultura integrada, entendiendo por tal, las decoraciones de las ménsulas absidales y por supuesto los dos capiteles de su portada oeste.

17VISTA SURESTE18DETALLE DELMURO SUR Y DE SU ACCESO

19PORTADA SUR20PORTADA SUR

Al igual que Iguácel, cuenta con una segunda portada hacia la parte delantera del muro sur y una torre adosada a su costado norte comunicada con la nave (Imágenes 18 a 20 y 24). Ambas portadas se hallan parcialmente bajo el nivel del actual terreno y para acceder a ellas se construyeron unas cajas de escalera pétrea con sus correspondientes peldaños. En un sillar cercano a la portada sur, un poco hacia poniente, hallamos la inscripción que recuerda que en este lugar descansan los restos de tres obispos de Aragón : "HIC REQVIESCVNT TRES EPISCOPI" (Imagen 21). Colocando el cursor sobre la imagen se sobreescribe el texto.

2122VISTA SUDOESTE DEL TEMPLO

La fachada de poniente aloja en cuerpo adelantado la bella portada jaquesa con una pareja de interesantes capiteles que veremos más adelante (imágenes 22 y 23).

23HASTIAL DE ONIENTE Y PORTADA24MURO NORTE Y TORRE ADOSADA


En 2016 recogí en un tema monográfico toda la información que poseía sobre Sásave y que puede descargarse en este enlace:

SAN ADRÍAN DE SÁSAVE. LOS ENIGMAS DE UN TEMPLO




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