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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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| - PERARRUA. ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA RIBERA - |
  UTM 31T 281721 4682572 511 m. |
La pequeña localidad de Perarrúa se sitúa a una decena de kilómetros al norte de Graus en la margen derecha del río Ésera y bajo la imponente ruina de su castillo medieval. La ermita de la Virgen de la Ribera se halla poco al sur de la población en funciones de capilla del cementerio. Está flanqueada por esbeltos cipreses que facilitan su localización visual. Guarda las llaves el párroco, mosen Joaquín Rivera con quien pegamos la hebra siempre que nos es posible. En esta visita (17 de junio de 2005), José Luis Aramendía y yo fuimos guiados por él hasta el despoblado de El Mon, primera localización de la población de Perarrúa. Sin su ayuda no lo hubiéramos hallado. Y aun así, nos costó dar con su localización por lo malo del terreno, la vegetación y el tabaco acumulado en los pulmones de mosen Joaquín.
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Es una construcción del XII a base de sillarejo. En origen tuvo tres naves, más larga la central, comunicadas entre si por vanos de medio punto. La nave sur fue demolida y sustituida por una sacristía moderna. Quedan en el ábside señales de su articulación. La nave norte se abre al exterior por un vano moderno en el muro de poniente y la comunicación con la nave principal se halla cegada. Centran los dos ábsides restantes sendas ventanas aspilleradas. La portada de acceso a la nave central es moderna y se halla bajo un porche añadido. Sobre ella se alza una espadaña de un solo ojo.
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La nave norte se halla en funciones de depósito funerario. Se ha cegado con ladrillo la comunicación con la nave principal dando el espesor del vano perfecta muestra del grosor "románico" de su muro (Imagen 8). La mesa del altar se ha girado noventa grados y sirve en la actualidad de piedra para los cadáveres. Trastos, y herramientas de sepulturero se guardan en este espacio que ha pasado a ser almacén de viejo. Su enfoscado se ha repicado en la base del ábside quedando vistos los sillarejos del mismo. Cubre con cuarto de esfera y lo centra un ventanal derramado. Afloran a través del enlucido tonos rojizos y verdosos, que quizá anuncien la existencia de una decoración bajo el mismo (Imagen 7).
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El interior del templo es frío. Nos encontramos con una nave alargada enfoscada con yeso de color pastel y algunos apliques florales de la misma materia, amén de imposta corrida, que debe de ocultar - si la hay- a la original. Dos remedos de fajones decorados en yeso con motivos geométricos de traza mudéjar completan el conjunto. El cilindro absidal tiene su ventanal cegado y tras él en el arranque de la nave abren sendas comunicaciones con las naves laterales. La imagen 13 muestra la comunicación con lo que fue nave sur; mientras que en la imagen 12 podemos advertir el perfil del vano cegado.
A los pies del templo se ubica un coro alto de madera. El piso es de tarima que cruje al caminar. Y poco más. Funcional y fría, adecuada a su función funeraria. Lo mejor, la compañía y el afecto de mosen Joaquín.
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