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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-VILLAMANA. PARROQUIAL DE SAN PEDRO- |
  UTM 30T 744910 4708493 863 m. |
El despoblado de Villamana situado frente al tristemente emblemático y abandonado lugar de Jánovas es uno de los muchos pueblos fantasmas que sucumbieron a los proyectos de construcción de una presa de regulación del río Ara. El embalse nunca llegó a realizarse pero el daño hacia los pueblos y habitantes de esta solana fueron irreversibles. Una vez desaparecida de esta zona lo que algún día será reconocida como "especie en vías de extinción" (el lugareño) se abrieron pistas que solo transita algún estudioso de la cultura local, la guardería forestal, o la nueva "especie" que viene a llenar el nicho ecológico: "el okupa". ¿De verdad estamos avanzando? ¿Es este el futuro de muchos lugares de nuestra tierra? Saque cada cuál sus conclusiones. Las imágenes que muestro en esta entrada proceden de dos momentos diferentes en los que visité el templo: diciembre de 2003 y agosto de 2013.
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Las hechuras del templo (ver planta: Imagen 5a) nos orientan hacia dos momento edificativos distintos. La cabecera y el primer tramo de la nave, que deben de corresponder a un momento avanzado del siglo XII. Por otra parte, la zona posterior del templo muestra una hechura diferente. La imposta del primer tramo no se continúa en el mismo (Imagen 8), el estilo de su portada es tardío, el perfil de la desaparecida bóveda en el hastial de poniente es decididamente apuntado (Imagen 15), todo lo cual lo lleva hacia finales del siglo XIII o inicios del XIV. Con toda probabilidad la modesta iglesia original del lugar de Villamana debió de conocer -por algún motivo que se desconoce- tiempos de bonanza económica que en el siglo XIV le permitieron ampliar su espacio hacia los pies al tiempo que una decoración pictórica ocultaba la decoración absidal inicial realizada a base de un sencillo despiece simulado de sillares en almagre, que ha quedado vista una vez que se retiró la capa pictórica conteniendo el Pantocrator (Imagen 1a).
En mi artículo/reflexión "Decoración pictórica del templo románico" profundizo sobre el hecho de que existan dos momentos pictóricos en la cabecera del templo, extremo que fue posible conocer tras el arrancamiento de su pintura mural, hoy en el museo diocesano de Barbastro-Monzón.
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A Villamana se accede por pista forestal que arranca en el kilómetro 67,800 de la carretera entre Ainsa y Fiscal en la margen izquierda del río Ara. Dicha pista remonta el curso del barranco de las Guargas de Cajol por su orilla izquierda y está señalizada con la indicación "hacia San Martín de la Solana". En apenas un par de zigzagueantes kilómetros, hay que estar atento a una marcada curva a la izquierda en cuyo vértice hay un poste del tendido eléctrico señalado con el número 81. Dejaremos allí el coche y frente a nosotros ya veremos un par de bordas en ruinas. Accediendo a su nivel, hay que caminar entre pinos hacia nuestra derecha, hacia el sur. Pronto encontraremos un antiguo camino delimitado por muros de piedra (Imagen 2) en cuyo final se adivinan bajo los rayos del sol poniente el caserío del pueblo y las ruinas de su templo. Desde la curva donde hemos dejado el coche hay unos 170 metros. Los últimos, recorriendo un viejo camino medieval señalado con muros de piedra a sus lados (Imagen 2).
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La iglesia es el primero de los edificios que encontramos a nuestra derecha. Es (fue) iglesia de nave única acabada en ábside de tambor. Estuvo dedicada a san Pedro y Adolfo Castán en su obra "Románico e iglesias de cabecera triple en la ribera del Ara" (Librería Basílica 1990, pp.: 170.) la documentó en pié (Imagen 9a). Más tarde cedió el muro norte y toda la bóveda y cubiertas se vinieron abajo. Resisten en pie el ábside que (como estructura autoportante que es) es capaz de aguantarlo casi todo, si está bien asentado y hecho, el muro oeste con su espadaña y buena parte del muro sur con su portada.
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El ábside está construido al igual que el resto del templo en sillarejo desbastado toscamente a maza. Se erige sobre un basamento de mayor diámetro y en su parte alta posee una serie de poco evidentes ménsulas que sustentan la cornisa (Imagen 6). Centrándolo hay un ventanal aspillerado de hechura tosca. Sus dinteles están parcialmente rebajados como derramando la estrecha escotadura (Imagen 5). En el lado sur absidal casi oculto por la vegetación, hay otro ventanal de hechura tardía.
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Al interior del templo, cuando éste y el pueblo estaban vivos, lucía una decoración absidal consistente en una imagen de Cristo en Majestad en la almendra mística rodeado de los Tetramorfos y de los apóstoles san Pedro y san Pablo. Cenefas geométricas y diversos pasajes menos claros completan la decoración absidal (Imágenes 11 y 12). Estas pinturas fueron arrancadas y pasadas a lienzo en 1947. Restauradas por Gudiol Ricard, se conservan en el Museo Diocesano de Barbastro en la primera planta donde se exponen algunas muestras del arte románico de la diócesis.
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Las imágenes 13 a 15 muestran el interior del muro sur desde diversos puntos de vista. Contrafuertes exteriores evitaron su caída, o propiciaron que fallase el opuesto. Junto a la jamba oriental interior de la portada todavía puede verse una de las cruces de la segunda consagración del templo, por que está en la zona de ampliación del mismo (Imagen 14a).
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A los pies del muro sur, en la zona edificada en fase tardía, abre la portada del templo. Consta de una arquivolta marcadamente apuntada, por fuera de la cual hay un tosco guardapolvo realizado en piedra más oscura. El tímpano muestra un crismón trinitario de seis brazos. Tiene una fractura oblicua de preocupante aspecto. Apea en jambas rectas. La situada en la vertiente este insinúa un leve apunte de resalte a modo de ménsula (Imágenes 16 a 19).
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El tímpano del templo se recuperó en el mes de julio de 2018 por el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón, que al igual que el mismo amenazaba con desplomarse dado que está partido. La cuidadosa labor de restauración llevada en el museo y su exposición al lado de las pinturas que adornaron la cabecera de esta iglesia nos va a garantizar que no se perderá esta interesante pieza de nuestro patrimonio románico. Como datos a destacar, resalto su elaboración a base de puntero, la inexplicable rotación hacia la derecha del aspa de la que cuelga la "W" (este símbolo debería de estar algo más arriba a la altura de la "A")s, la inversión de la "S" y un hecho realmente excepcional para el que no poseo explicación: La "P" posee un doble vano concéntrico. Sus sencillas hechuras señalan al templo primitivo del XII y probablemente fue "trasplantado" a la portada realizada en el tramo de la ampliación.
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La imagen 21 muestra el lugar en que ha sido colocado en el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón. Curiosamente parece querer ocupar (invertido) el mismo lugar espacial que poseía en el templo, si se toma como referencia la pintura absidal del mismo.
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