San Esteban
del Mall es un pequeño pueblo semiabandonado retrepado en lo más
alto de la cubeta que conforma el valle del río Isábena en
su lado este. Se llega al mismo continuando la carretera que pasa a los pies
de Roda de Isábena. En La Puebla de Roda hay que cruzar el Isábena
por un bello puente medieval y una carretera asfaltada nos conduce hasta San
Esteban. Más
alto que su arruinado caserío, sobre la exigua superficie plana de
un mallo y rodeado de otros, fue edificado un enclave defensivo en el siglo X.
Por los datos consultados, Aramendía opina que la primitiva iglesia
del castro de San Esteban data del 971 y que fue edificada a expensas del
conde Bernardo Unifredo. Demolida -como todas- en la expedición de
Abd-El-Malik en 1006, se comenzó su reconstrucción "a lo
grande" por la poderosa familia Gauzpert a finales del siglo XII o principios
del XIII. Solo se llegó a edificar el muro sur y la torre adosada al
mismo.
No hay problema
para ubicar visualmente las ruinas de la Virgen del Tozal (Imágenes 2 y 3). Se ve desde muy lejos
y desde su altura se domina el curso superior del Isábena, la propia
Roda y el paredón rocoso al oeste denominado "Morrón de
Güell" bajo cuya mole está la ermita de la Virgen de las
Rocas y al otro lado del farallón, el castillo de Fantova. (11 de octubre de 2003).
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Desde el pueblo
de San Esteban se puede continuar hasta la base del mallo en 4 x 4 pasando
por delante del "mirador" de la imagen
1 y atravesando unos campos en los que hay rodadas
indicadoras en la hierba. Llegados a la proximidad de las ruinas de una antigua
masía hay que echar pie a tierra. A partir de allí, se continua
por zigzagueante sendero que gana la altura del mallo desde el lado este del
mismo. El track que aporto es del trayecto desde el caserío de San
Esteban hasta lo alto del tozal. Señales indicadoras pintadas en la
roca también nos ayudarán a seguir la senda correcta (Imagen 4).
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Las estructuras
erigidas sobre el mallo consisten en el muro sur de un templo que, de haberse
finalizado, hubiera tenido 30 m de longitud, una torre rectangular edificada
sobre paso abovedado y adosada a su presbiterio sur y buena parte del ábside
del templo erigido sobre la primitiva iglesia del siglo X, que en el proyecto era
contemplada como cripta al modo de lo visto en el monasterio de Alaón
(Imágenes 5 a 8).
Queda también un reducido tramo del lienzo norte en la zona de los
pies del templo con parte de su imposta (semioculto por la maleza). Los materiales
empleados son de muy buena calidad y delicadamente trabajados.
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En la base
del cilindro absidal, semioculta por el terreno, se halla la ventana aspillerada
que ilumina tenuemente la cripta (Imagen 7).
Adosada al lado sur del templo hay una torre rectangular que cubre hoy con tejado
oblicuo a un agua. En proyecto es de suponer que sería de mayor altura
y de carácter defensivo dada la ubicación del templo.
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La torre se
levanta sobre un paso abovedado reforzado en su interior por un grueso fajón,
también de medio punto, que apea en cortas y recias pilastras a través
de imposta (Imagen 11). Su función debía
de ser defensiva, tutelando el acceso al recinto y al templo al igual que
el resto de la estructura. Pudo ser del mismo
carácter que el paso abovedado de Sos del Rey Católico.
Acabadas las
edificaciones con las adecuadas medidas de cierre de la plataforma del mallo
hacia levante, esta hubiera sido la única vía de entrada al
conjunto siendo así fácilmente defendible. Dos ventanales en
su lienzo sur y uno en cada uno de los lienzos este y oeste, iluminan la cámara
alta que se ha transformado en ermita moderna (Imágenes
8 y 9).
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En el muro
sur del templo, tras el torreón descrito se abre, además de las dos puertas,
la bonita ventana de la imagen 10, rehundida y trabajada con delicadeza en sus relieves.
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