7
8
La iglesia parroquial dedicada
a san Juan se sitúa a poniente del alargado caserío. Orientada
canónicamente, fue románica en origen aun cuando sufrió
severas modificaciones en el siglo XVII que la privaron de su aspecto original.
La actual cabecera es poligonal, reforzada por contrafuertes en los ángulos.
Sacristía y otras edificaciones añadidas distorsionan de modo
notable lo que debió de ser perímetro original de su nave.
La portada moderna, bajo pequeño atrio, abre en el muro sur.
Pero lo que atestigua su
origen se halla en el primer cuerpo de la torre adosada al lado
norte de la porción anterior del muro norte. Edificada en sillares
trabajados de modo tosco, luce en cada uno de sus lienzos visibles sendas
ventanitas geminadas cuyo parteluz es una magnífica columna románica
compuesta de ábaco, capitel, fuste y basa, como mandan los cánones. La correspondiente al lado
norte es moderna, restaurada, al igual que algunas de las dovelas del vano
(Imagen 9). El lado sur no es visible por el recrecimiento
del templo que la oculta. Las dos que están
a la vista, en los lienzos este y oeste muestran unos magníficos
capiteles con motivos vegetales que se enroscan a modo de bolas en sus ángulos
en el oriental donde también hay pequeños motivos flordelisados
(Imágenes 8 y 12). Su estilo, rudeza, así
como las hechuras de la torre, me permiten aventurar su cronología
hacia un momento inicial del siglo XII.
9
10
11
12
Pasear despacito por el
pueblo, rodeado de un paisaje impresionante, es sin duda un lujo a la par
que una "previa" magnífica para la tarde. La luz de otoño
que se cuela por entre las casas tiñendo de tonos amarillos a la
piedra e intensificando el verdor de la yerba hace que el tiempo quede en
suspenso por unos instantes. Hay magia. Quizá los espíritus
que pueblan en el barranco hagan llegar hasta aquí sus intemporales
vibraciones.
13
Pero como todo no puede ser perfecto,
cuando intento localizar al "guardián de las llaves"
me topo de bruces con la intransigencia encarnada en anciana
abrigada con bata rosa de mercadillo. Explico mi intención
e interés y recibo adusta contestación de que "sin
autorización escrita no puede ser atendida mi solicitud". No hay problema, pienso en alto. La traigo
ahora mismo. Vuelvo al coche y muestro confiado el permiso del obispado
para realizar las correspondientes fotografías del interior del
templo. Revisión del permiso oficial, mirada dura y negativa en
redondo. Ni con permiso. Además, "estamos muy descontentos
en el pueblo con el Vicario que firma la autorización"...
No valen súplicas, ni exhibir mi carnet de profesor de la Universidad de Zaragoza, ni intentos
de demostrar la buena intención de mi iniciativa, que a la postre
beneficia al pueblo... El espíritu de la montaña reencarnado
en guardián de las llaves sigue desconfiando de todos los forasteros.
Generación tras generación aprendieron que los de afuera
no traen nada bueno y solo intentan arrebatarles lo suyo, al menos en
lo tocante a la tradición y a la iglesia. Porque como propietaria
de un negocio de hostelería, no creo que ponga muchas pegas a la
llegada de los euros que trae el turismo.
14
16
15
De retorno, a
cosa de un kilómetro del caserío, hay un desvío bien
señalado hacia un camping que también lleva al bello puente
de Pedruel. Merece la pena acercarse al mismo. Se trata de un puente medieval
de un solo ojo con forma de "lomo de asno" bien asentados ambos
estribos en la roca viva y cuyos sillares, en especial los de su arco de
medio punto, muestran marcas de haber sido trabajados a puntero.
17
18
19
20
Cronológicamente
próximo al momento en que surgió el pueblo y su parroquial
románica, su buena técnica edificativa le ha permitido mantenerse
en pie y seguir desempeñando su función primordial de unir
las dos orillas del río Mascún. Desde lo alto del puente,
contemplar en silencio sombra y el agua pasar bajo nuestros pies, como ayer, como
mañana, produce una sensación de sosiego y calma
que me hacen olvidar el anterior lance y volver a hacer planes para la tarde.
21
2
4
6