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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-RIGLOS. IGLESIA DE LA SANTA CRUZ O SAN MARTÍN- |
   UTM 30T 687329 4691052 628 m |
La localidad de Riglos se asienta al norte de Ayerbe en la orilla izquierda del río Gállego y muy cerca del punto en que éste ha abierto un portillo en la hilera de mallos que desde Agüero llegan hasta el castillo de Marcuello. Lo hace al abrigo de unas grandes moles calcáreas denominadas "mallos", que le proporcionan un telón de fondo magnífico desde el punto de vista escenográfico. Zona de sobras conocida por los escaladores aragoneses, que en su gran mayorí han comenzado aquí su afición. En la imagen de cabecera, el primer óvalo enmarca el caserío de Riglos y en lejanía, el segundo óvalo lo hace con Agüero que también cuenta con sus mallos, fruto del mismo afloramiento calcáreo. En la zona más inferir del caserío con el mismo color rojizo que los mallos destacando de entre las viviendas encaladas, encontramos la iglesia románica de la Santa Cruz capilla que fue del desaparecido monasterio de San Martín. Datable en el XII pleno. En la imagen 1 la señalo con un círculo (29 de enero de 2001, 2004, 2005, 2008, 2009, 2010 y 2011).
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Se trata de un templo de nave única, canónicamente orientado y acabado en ábside de tambor centrado por ventanal aspillerado (Imágenes 2 a 4) que a causa de la colmatación del terreno por la presión humana ha quedado casi a ras de suelo. Un pequeño andador rodea su cilindro absidal quedando un menguado espacio para pasar hacia el lado norte del templo dada la proximidad de una vivienda. Por delante hay una huerta que propicia la existencia de humedades (Imagen 2).
El muro sur posee un grueso contrafuerte hacia los pies, y por detrás de la unión de presbiterio y nave, una gruesa lesena centrada por ventanal aspillerado. Otros dos ventanales más se abren en este muro y un cuarto lo hace en el hastial de poniente. Aún hay allí otro cuadrado, de traza moderna.
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Bajo la cornisa -decorada cuidadosamente con ajedrezado jaqués- encontramos sustentándola una serie de canecillos historiados. A pesar de estar muchos de ellos selectivamente censurados quizá por el bíblico procedimiento de la lapidación, pueden reconocerse varios de ellos con simbología de lujuria.
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Dos seres itifálicos de rostro deforme venidos a menos por la censura, se hallan con el gesto ya visto en muchos otros lugares(Imágenes 10 y 13). El primero llevándose una mano a la cabeza y el segundo sujetando con ambas el desaparecido miembro impar. A ello se une la simbología por antonomasia de la lujuria: un conejo en situación frontal (Imagen 8) tapándose la cara con las patas delanteras y asimismo itifálico, "censurado". Completan el cuadro dos bailarinas. Una de ellas en inverosímil postura casi circular (imagen 11) y otra remangándose el vestido en postura de inicio de paso de baile (imagen 12), como una de las vistas en ménsula sobre la portada de Santiago de Agüero.
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El resto de los canecillos muestran personajes con libros y alguno que debió de portar instrumentos musicales de los que fueron desprovistos por los iconoclastas.
