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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-EL FRAGO. ERMITA DE SAN MIGUEL DE LAS CHEULAS- |
  UTM 30T 669479 4684727 650 m. |
Lo primero que hay que advertir acerca de esta bonita y ruinosa ermita del XIII es que hay que desear realmente contemplarla para llegar hasta donde está, porque no es fácil. Hoy, 11 de septiembre de 2002 he recorrido varias veces las pistas en su busca y con el plano en la mano no daba con ella. Con indicaciones de un cabrero, he podido al fin llegar hasta ese lugar (11 de septiembre de 2002 y 7 de diciembre de 2004).
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Es necesario 4x4. Nada más cruzar el puente sobre el río Arba de Biel en dirección a El Frago, hay que girar por la pista de la izquierda -sin bajar a la zona recreativa- y dejando a la izquierda un corral con balsa, seguir por la de la derecha (ver mapa). La pista acaba en otro corral. Unos 100 m antes de llegar a él, sale una nueva pista a la izquierda, estrecha, en descenso y peor que la que traemos. Sale en ángulo muy agudo hacia atrás, y hay que estar atento para verla. Se sigue por ella unos 800 m hasta su conclusión en otro corral con explanada grande entorno. En el cabezo al norte de donde estamos, está la ermita. Hay que apearse, bajar por la ladera norte (no tomar el camino fácil, que lleva hacia el sur y al río), cruzar un campo de cultivo y volver a subir la otra ladera. Vamos viendo las ruinas casi todo el tiempo y he de decir que creía que mis fuerzas no me darían para llegar hasta ella en un caluroso mediodía de septiembre.
La recompensa es la bella portada que, fantasmagórica, asoma por entre los arbustos (Imágenes 1 y 3 -tomada la última con teleobjetivo desde la carretera en la otra orilla del río-). Nos recibe con una bonita portada de cuatro arquivoltas finamente trabajadas y bien conservadas. Alternan bisel y bocel en sus ángulos. Las que portan bocel apean en capiteles finamente decorados a los que les falta el fuste. Las otras dos, lo hacen en pilastras. Un ábaco corrido sin decorar marca la horizontal. Por fuera, en tono algo más oscuro hay un guardapolvo decorado con puntas de diamante. Al centro, el tímpano luce un sencillo pero bien trabajado crismón trinitario; muy similar al de la ermita de San Miguel, a la entrada del pueblo. También son iguales los modillones en que apean ambos tímpanos: lisos y con un par de acanaladuras verticales en su intrados.
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Es una pena ver abandonada a su suerte tan bella portada. Merecería su traslado antes de que siga el rumbo del resto del templo o que amigos de lo ajeno desmonten piezas del templo.
El tímpano esta partido. hay dos líneas de fractura: una pequeña en su parte superior izquierda, y la evidente grieta de la imagen 5. Los cuatro capiteles (Imágenes 9 a 12) de su portada son de sencilla y fina labra, decorados con motivos geométricos, piñas y palmetas. El 10 tiene un gracioso zig-zag a modo de falso ábaco. El capitel de la imagen 11 tiene una línea "sinfín" dibujando motivo geométrico, que se repite en el capitel decorado del lado este de la puerta de San Miguel, en la subida al pueblo. Probablemente fue la misma cuadrilla de canteros la que decoró ambas portadas.
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La imagen 6 muestra un detalle del guardapolvo decorado. En la cabecera del templo he tomado una "vista" de la zona de presbiterio y ábside (Imagen 13). En el ángulo inferior izquierdo asoma el arranque de la pilastra que daría apoyo al arco triunfal. Tras ella, un podio corrido recorre el ábside -está enterrado, salvo en su comienzo- Se decora con bocel en su arista. El resto...tierra y árboles grandes, con sus raíces trabajando contra lo que resta de la estructura.
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El muro norte es el único, junto con el hastial occidental, que ha soportado sin derrumbarse. Muestra una estructura muy bella de tres arcos de medio punto con columnas entre ellos rematadas en grandes capiteles -solo queda uno, decorado con palmetas. El otro... no está entre los restos del derrumbe-. Una imposta corrida a la altura de los ábacos separa el paramento vertical de la bóveda; que por lo que queda y por la forma del muro oeste era apuntada y reforzada con tres fajones: dos de las columnas más el del arco triunfal. Hay un decorativo detalle a modo de imposta en el punto en que los arcos de medio punto se unen a sus jambas, continuandose por delante de la columna (Imagen 14). Lo he visto igual en San Gil de Luna y en la capilla de Doña Sancha, en el Palacio real de Huesca, con la diferencia en que en esos templos hay capiteles bajo esta estructura, que allí es continuación del ábaco.
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El interior del muro oeste se muestra en la imagen 15, con el vano del pórtico y sobre él una ventana con derrame interior. Se marca en este muro el apuntamiento de la desaparecida bóveda.
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Tan solo he encontrado en lo que resta de templo un par de marcas de cantería. Queda poco, como veis, pero lo que queda es bello: la portada con sus capiteles y los tres arcos del muro norte. Merecería la pena consolidarlo.
