Bien al norte de Luesia, hacia las fuentes del río Arba de Luesia,
se halla el asentamiento de frontera considerado como monasterio que se denomina "Corral de Calvo" por su ubicación. Es un asentamiento en frontera, prerrománico, ubicado a los
pies de la sierra de Santo Domingo en la cabecera del río Arba de Luesia. Data
del 1030 o 1035 y es fundación de Sancho III el Mayor de Navarra. Está
catalogado como prerrománico. En su entorno afloran cimentaciones
de dependencia monacales y enterramientos de peregrinos -algunos con la concha
de Santiago junto a sus restos-.
Para
llegar hasta aquí, hay que rebasar Luesia hacia Uncastillo y tomar
la pista que parte a nuestra derecha en dirección a la sierra de Santo
Domingo remontando el curso del Arba de Luesia (Necesario 4 x 4). Rebasaremos
el desvío hacia las torres de Sibirana y el pozo Pigalo y siguiendo
los carteles indicadores es fácil llegar a este bonito paraje (10 de julio de 2001, 19 de junio de 2003 y 6 de julio de 2010).
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La iglesia
es de cabecera plana con una dependencia cuadrada con ventanal a levante y
puerta de arco de medio punto a poniente, formando un diafragma con respecto
a la nave (Ver planta). Hay otra
puerta en el muro norte, de acceso a este pequeño "recinto sagrado"
La imagen
1 muestra el muro de "separación/unión"
del pequeño ábside cuadrangular -del otro lado del muro en esta
foto- con la nave. La hechura de la construcción es muy arcaica recordando
técnicas romanas. Una imposta con somera decoración, quizá
precursora del ajedrezado jaqués, es el único adorno del conjunto.
El templo se halla protegido por una estructura metálica y de uralita
que lo libra en parte de las inclemencias meteorológicas (Imágenes
3 y 4).
El lugar está
a considerable altura y la climatología es notablemente adversa. El
día que lo visité por primera vez era 10 de Julio de 2001 y a las 10 de la
mañana comenzaba a retirarse una densa niebla (Imagen
6). En mi segunda visita (19 de Junio de 2003) la
mañana era formidable (Imagen 7).
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Alrededor
de las estructuras sobre el nivel del suelo, hay varias dependencias que no
lo rebasan, algunas excavadas (Imágenes
8 y 9) y otras que afloran levemente y aun no lo han sido. La superficie
vallada del yacimiento es amplia y es de suponer que seguirá deparando
sorpresas a medida que se pueda seguir con las campañas arqueológicas.
Como siempre, supeditadas a los presupuestos, siempre escasos para las partidas
de cultura (¡Ojo, no confundir con "Kultura"!)
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Como
apuntaba, en mi primera visita la niebla lo cubría todo a las 9 de
la mañana y no levantó hasta más allá de las 10.
Ello propició que pudiese tomar alguna imagen tan bella como la
11. Niebla, humedad, silencio, altos montes alrrededor... Un lugar bonito e inquietante a la vez.
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En
las imágenes
12 y 13 puede verse el ventanal del cabecero del templo a través de la
puerta que une ábside con nave. En la siguiente imagen, se aprecia
el arcaico ventanal, de tosca derrama interior y en la 16,
la vista exterior del exterior de la cabecera del templo.
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Continuando
las impostas del arco de medio punto que separa nave y cabecera hay una moldura
decorada con motivos acaso precursores del ajedrezado jaqués (Imagen
15). Una pequeña puerta lateral en el muro norte
(Imagen 17) permitía el acceso directo a la
cabecera del templo. El lado oeste de la misma, es reconstruido. El
interior de la cabecera, lugar "sagrado" y separado/unido con la
nave donde se congregaban los fieles, es un pequeño recinto casi cuadrado
de escasos 4 m de lado apreciable en las imágenes
11 a 21. Su muro sur apenas levanta un par de hiladas.
Al mismo se adosaron estructuras monásticas.
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La
cabecera plana del templo, canónicamente orientada, contiene el bello y arcaico ventanal ligeramente
apuntado, de derrama interior y aspillerado al exterior (Imagen 21).Un
bonito lugar para dar un salto atrás en el tiempo. La jornada da de
si, madrugando, para visitarlo; así como Sibirana, Pigalo y Luesia
con su castillo e iglesia de San Salvador.
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"Corral
de Calvo" es sin duda un referente de obligado conocimiento y visita
cuando se trata de entender la evolución
formal de los templos altomedievales. El modelo hispano-visigodo
(mozárabe o de repoblación, también se le denomina) con su cabecera plana y la
separación marcada entre lugar sagrado de cabecera y nave para los
fieles dará paso al modelo románico con cilindro absidal en
su cabecera y articulación telescopada entre ella y la nave con una
mayor intercomunicación entre ambos espacios.
Las imágenes 22 y 23 muestran una vista aérea y la cartografía para llegar hasta allí.
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