LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO

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MARCHVS

o la visión del más allá

Por Laura Alberich ("Baruk") y Manuel Gila ( "Syr")


A Antonio, 

Eterno tendedor de puentes y manos abiertas,

impenitente peregrino por las sendas del románico,

masculino singular, incansable publicista del papel higiénico,

gran fotógrafo, excelente cirujano y mejor Amigo y persona,

 Porque tus ojos lo desvelaron y tu visor descubrió toda su misteriosa belleza


 

“No esperes mis palabras ya, ni mi consejo:

Libre, recto y sano es tu albedrío,

Y error sería no hacer según su juicio:

Por lo que corona y mitra yo te ciño”

(Virgilio a Dante. Purgatorio XXVII, 139-142)

Representación simbólica -capitel de San Gil de Luna-

 

Son muy conocidos por los traductores de literatura antigua los textos medievales denominados con el nombre de “exemplum”, este tipo de relatos se componen por una historia lineal, vinculada a una imagen mental definida y una lección moralizante final.

Debido a su gran eficacia en el proceso de la transmisión de ideas, estas narraciones fueron muy utilizados en la predicación eclesiástica como método práctico de divulgar enseñanzas, afianzar la labor cristiana, así como de reformar algunas costumbres que permanecían al margen de lo aceptado por la Iglesia.

En concreto y de forma destacada, se originó a lo largo de la Edad Media un constante chorreo de narraciones sobre las visiones del más allá, y fue en el siglo XII cuando éste tipo de relatos obtuvo su máximo esplendor, repercutiendo en la creciente demanda de textos y realizándose por ello abundantes copias de estos populares libros.

Algunos de estos manuscritos medievales permanecen en el registro de la Corona de Aragón considerados como las principales y más influyentes narraciones sobre la catarsis y la visión paradisíaca que en aquel tiempo formaba parte de la educación filosófica del monje de la Edad Media.

En definitiva, lo que queremos decir, es que el capitel de San Gil de Luna donde aparece el toro alado en una perfecta insinuación al triunfante Agnus Dei junto a un ángel que porta un libro epigrafíado con el nombre de Marchvs, es una clara alusión a uno de esos textos de predicación sobre el más allá y cuya enseñanza tuvo una permanencia de más de trescientos años en la mentalidad medieval, tanto de religiosos como de seglares.

La mención de las primeras narraciones visionarias se remontan a los textos incluidos por Beda el Venerable en su Historia Eclesiástica en el s.VII, por lo que suele atribuirse al monje irlandés el fundamento de los escritos posteriores sobre visones del más allá.

La Visión de Furseus, Visio Pauli, Visión de Drythelm o la Visión de Tundall, son algunos de esos textos que aunque habiendo sido redactados en siglos diferentes, son coincidentes en dogma y estructura, puesto que en cada uno de ellos se repiten cuestiones similares:

1- Llegada y acceso del pecador al mundo infernal, donde acompañado por un guía o ángel guardián que lo asesora y adoctrina en todo momento, observa, se adentra y experimenta los diferentes estados purgatoriales, tras lo cual y después de un cambio trascendental culmina su visión con la contemplación de una triunfante y apocalíptica manifestación celestial.

2- Regreso del personaje al mundo mortal, ya redimido de sus pecados para vivir el resto de su vida conforme con las profundas lecciones que ha aprendido y con el encargo expreso de referir esta vivencia a sus amigos y familiares.

En todos los casos, a esta misión divulgadora se le da extrema importancia, y siempre es delegada al visionario por alguien que en vida había representado para el sujeto un modelo de perfección a seguir.

En el caso de la Visión de Paulo es el mismo Cristo quién solicita al apóstol que difunda la visión, y en Tundal, la tarea le es encomendada por su santo patrón, al que él venera, y con el que tras su sorpresivo encuentro e intercambiar un cordial saludo, inicia una trascendental conversación, como posteriormente haría Dante con Virgilio, en el texto más celebre que ha perdurado hasta nuestros días, la Divina Comedia.

En todos estos textos de paralelismo evidente, el mensaje educativo transmitido se convierte en la doctrina de la segunda oportunidad, donde el arrepentimiento y la aceptación del sacrificio muestran una poderosa visión de la misericordia divina.

Al responder esta serie de manuscritos a una misma imagen de adoctrinamiento, fue produciéndose progresivamente una sintetización de los mismos, adaptando y mejorando algún aspecto narrativo de textos existentes, lo cual concluyo en el siglo XII con la particularidad de que acabasen siendo conocidas estas versiones por el nombre acortado del autor de una de ellas, un texto que se redacto originalmente en latín por un monje benedictino, cuya historia de su vida es apenas conocida, aunque si lo es su nombre: Marchvs.

Quizá porqué era la versión que entonces gozaba de más popularidad, posiblemente por ser hasta el momento la más precisa y detallada visión cristiana que se había escrito sobre el más allá, el nombre de su autor, Marchvs, acabo por ser el receptáculo del contenido de esas las narraciones visionarias, que insertadas en la lectura y meditación del monje, formaba parte de su educación espiritual

En cuanto al toro alado que figura en ese capitel mostrando paralelismo con el Agnus Dei, nos preguntamos por los motivos o quizá mejor, por la corriente doctrinal en la que se instruía el diseñador de ese capitel.

Por descontado que es una representación peculiar e innovadora. Aquí el mensaje de la segunda venida de Cristo se traspasa a la figura del toro en lugar del habitual cordero, y aunque se conocen muchas menciones al sacrificio expiatorio asociado con la figura del toro, hasta el momento y que nosotros sepamos, aún no se había encontrado ninguna representación similar.

Nunca podremos saber con seguridad el porqué de esa novedosa transferencia, aunque si barajamos la posibilidad que pueda estar relacionada con el nombre inscrito de Marchvs en el libro, nos veríamos inducidos a asociar la representación del toro triunfante con la contemplación mística global que se relata en dichos textos.

En la visión del Marchvs original, el protagonista es consciente del privilegio otorgado al recibir la iluminación mística, y concretamente, puesto que el toro se asocia a Lucas y éste a Pablo, también podría derivarse a la visión más trascendental experimentada por el apóstol en su viaje al mas allá, cuando el ángel que lo acompañaba le mostró tras pasar por el país donde moran los justos, resplandeciente, la ciudad áurea de Cristo.

* La trama- El Tractatus de Marchvs -

Tras intuir que el mensaje de la versión Marchvs tenía que ser lo suficientemente importante para que el artista hubiera dejado su constancia en el capitel, quisimos comprobar esa detallada historia que con tanta profundidad había arraigado en la cultura medieval.

Tundal, el protagonista de la historia se identifica como un ser humano que comportándose de manera ociosa es responsable de cometer los ocho pecados capitales contemplados por la tradición irlandesa.

Su complicado viaje, empieza una noche mientras esta cenando en casa de su vecino, allí sufre un ataque y muere.

Entonces su alma viaja a un sombrío lugar, donde un ángel luminoso lo aguarda. Tras recriminar a Tundal su mal comportamiento en el mundo terrenal y éste reconocer sus faltas, emprenden juntos un viaje por el más allá, el ángel guardián como guía y maestro y Tundal como alguien que se enfrenta a una primera experiencia dolorosa y redentora.

Los horrores del purgatorio son vividos y contemplados por Tundal en diversos estadios dolorosos, para posteriormente, terminar en el séptimo cielo donde tras su emocionante encuentro con el patriarca de la Iglesia Católica Irlandesa, contempla la Trinidad y toda la Majestad Divina.

Finalmente, el protagonista totalmente redimido de sus faltas, regresa a su cuerpo para poder relatar esa experiencia a sus amigos y llevar el mensaje de esperanza en el perdón gracias a la misericordia divina.

 

* La justificación – contextualización del papel de la diferentes órdenes religiosas: cistercienses, benedictinos, agustinianos -

 La estructura de Marchvs y sus trabajos herederos, fortalecen de una manera coherente una particular espiritualidad cisterciense, pero, sin embargo, será utilizada en el siglo XII para equilibrar dos tipos de meditación correspondientes a dos mentalidades diferentes, una de horror y otra de esperanza, dominicos y benedictinos.

El trabajo de Marchvs hizo más propiedad de la existencia del Purgatorio, la idea de la segunda oportunidad, entre la orden benedictina, en cambio, para los dominicos los sufragios tenían una especial potencia, a diferencia de para los cistercienses que concebían la idea del Purgatorio como parte de su espiritualidad meditativa.

Esta diferencia se pone de manifiesto en la teoría y doctrina fundamental de la Visio Tundale : Dios es justicia y misericordia. Esa es la doctrina que impregna el poema y le da su vitalidad espiritual. El hombre no tiene que temer un merecido horrible eternamente, pues el ángel ofrece un consejo que es fundamental para esta visión.

El ángel ha afirmado sucintamente la necesaria interconexión entre Dios y la Justicia y Misericordia.

La carga principal del mensaje es que todos los seres humanos no merecen, por justicia, el castigo de Dios, sino que sólo es la benevolencia de la Misericordia de Dios, lo que hace posible la salvación. Se habla de la diferencia entre lo que se merece y lo que la misericordia de Dios hace posible. Nos corresponde hacer penitencia en la tierra y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. El malestar en la tierra, puede ayudar a los hombres a la lucha y a vivir más de acuerdo con la Voluntad divina. Este sufrimiento es deseable, es un corolario de la doctrina de la justicia divina y de la misericordia, como justicia retributiva, que todos los humanos merecen. Por tanto, es mejor sufrir en la tierra. La penitencia en la tierra es preferible a la vista de lo que todos merecerían de acuerdo a una interpretación estricta de la justicia de Dios. Incluso la pena purgatorial con todos sus horrores, es una manifestación de la operación de la misericordia de Dios.

El Purgatorio, se convierte así, en la "doctrina de la segunda oportunidad", una poderosa manifestación de la misericordia de Dios.

En la cristiandad se produjo la idea del purgatorio como lugar donde penan las almas antes de entrar en el paraíso, y del cual a veces salen para pedir ayuda o amonestar a los vivos. Su desarrollo fue lento. Como de costumbre, es en San Agustín en quien se encuentran las bases de esta creencia. Agustín aceptaba la idea de un fuego purgatorio para limpiar las almas de pecados veniales antes de que entrasen en el paraíso, pero sólo para unos pocos. Gregorio Magno hablaba de las oraciones de los vivos para mejorar la situación de las almas en pena, pero para ese papa, el lugar de expiación estaba en este mundo y la purificación ocurría en el lugar en que se había pecado. Fue el papa Inocencio III el que, en un sermón para el Día de Todos los Santos utilizó varias veces esta palabra y dejó bien clara la idea de que existen TRES tipos de iglesia: la triunfante, la militante y la del Purgatorio.

La institucionalización del Purgatorio, sería llevada a cabo en 1274 durante el Segundo Concilio de Lyon. Así fue como se pudieron consolidar como ortodoxas una gran cantidad de leyendas y exemplum contenidos en las Visiones.

 


Junio 2008

 

 


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