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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-AZUARA. ERMITA DE SAN NICOLÁS- |
UTM 30T 678563 4569i44 566 m. |
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La villa de Azuara se sitúa a unos 60 Km. al sur de Zaragoza, en la comarca del Campo de Belchite y en la cuenca del río Aguas Vivas. Su villa romana con excepcional decoración musivaria aguarda el momento de poder mostrarse en esplendor. Ancianas culturas romana e ibérica de las que quedan muestras como un kalatos decorado o el abundante numerario de la ceca de Beligiom que ya acuñaba moneda en esta zona un siglo antes de que naciera Cristo. No hay ninguna dificultad para llegar, dada la buena señalización de la localidad.
La ermita dedicada a san Nicolás de Bari se halla a poca distancia del caserío. Hay que salir en dirección a Moyuela y al poco de cruzar el puente sobre el río Cámaras, a escasos 200 m a nuestra derecha vemos la ermita. Un corto camino de tierra permite llegar hasta su puerta, o dejar el coche junto a la carretera y caminar apenas 50 m. Las llaves las prestan en el Ayuntamiento y tras mi visita, supongo que contra el depósito del DNI. Esta costumbre se lleva a cabo en otros lugares para asegurar la devolución de aquéllas y que recomendé seguir a la concejal de Cultura de Azuara. (13 de diciembre de 2004).
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El templo de San Nicolás es una ermita del periodo románico tardío, como corresponde a las situadas al sur del Ebro dada la cronología de la expansión del primitivo reino de Aragón. En principio los templos son más recientes cuanto más al sur se sitúan. Su fábrica se debe de encuadrar dentro de la segunda mitad del siglo XIII. Es de nave única, canónicamente orientado y compuesto de tres volúmenes claramente definidos: cilindro absidal, presbiterio y nave (Imagen 1). Al exterior aparece revocado de cemento que debe de ocultar su primitiva estructura de mampostería. Las zonas sensibles de su estructura, como son las esquinas, ventanales, molduras y portada, se ejecutaron en piedra sillar y se han dejado vistas.
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El templo en su conjunto muestra una agradable armonía en sus volúmenes y se halla en un lugar sosegado en el que el sonido del agua corriendo por acequia que pasa a su vera y se remansa en una balsa poco más allá de su cabecera, añade un toque romántico al conjunto. La cabecera la componen ábside y presbiterio. El primero se alza sobre una base de mayor diámetro separada del cilindro absidal por moldura biselada en piedra. Otra moldura similar recorre cilindro absidal y presbiterio a nivel de las impostas de los ventanales que en número de dos centran el ábside y el presbiterio. Canecillos con sencilla decoración sustentan la cornisa en toda la cabecera (Imagen 9).
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La portada abre en un cuerpo adelantado en el muro sur. Es de muy bella ejecución y no desentona de las muchas vistas al norte del Ebro. Se compone de tres arquivoltas de medio punto con decoración de baquetón en sus aristas y discretas decoraciones lineales en sus caras. Apean en jambas rectas la más interior y es dos parejas de capiteles con decoración de volutas sobre palmetas de trazado muy elemental (Imágenes 5 a 8). Por encima de ellos hay un ábaco corrido con mínima decoración que continua por todo el cuerpo adelantado. En él apea el guardapolvo que enmarca la portada y por encima, ocho canecillos de sencilla decoración sustentan el tejaroz. Los capiteles recibieron un "estucado de cemento" al igual que la mampostería de sus muros, ocultando detalles como pequeños escuditos en algunas de las zonas de apoyo en contacto con los ábacos (Imagen 6).
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En el presbiterio norte se abrió el muro para añadir en época posterior una capilla. A los pies del templo, el último tramo de la nave debió de hundirse y se ha mantenido visto el perfil del fajón que lo separaba del anterior y una parte de su muro sur que conserva la imposta (Imagen 11). La probable causa de este hundimiento hay que buscarla en el fallo de su asentamiento, al igual que cede y ya se hunde el terreno en la zona restaurada entre el templo y la pareja de escaleras de obra que dan acceso a su fachada oeste. Deterioro que apenas se advierte en el acceso desde la fachada sur; pero que por ello no deja de ser preocupante de cara a la futura conservación del monumento (Imagen 11).