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La mañana del 18 de Junio 2008 fue abierto el sarcófago que contiene los restos del último de los reyes privativos del reino de Aragón. Dentro de la campaña de obras de restauración del claustro de San Pedro el Viejo, se acometió también la obra de remodelación del panteón real del viejo monasterio. Los restos de los reyes allí depositados -Ramiro II el Monje y Alfonso I el Batallador- así como los de otros miembros de la familia real serán extraídos para su estudio genético y para realizar técnicas de reconstrucción facial que nos permitirán conocer mejor su aspecto real.

Esta circunstancia me ha permitido obtener imágenes del interior del sarcófago romano en el que se depositó el cadáver del rey monje, muerto en el año 1154 tras haber abdicado 17 años antes de su muerte en su hija Petronila en 1137. Durante ese tiempo volvió a la vida monástica en San Pedro el Viejo de Huesca. Petronila fue desposada con Ramón Berenguer IV conde de Barcelona. De este matrimonio nació Alfonso II rey de Aragón y primer monarca de la Corona de Aragón.

En el año 1985 estos restos fueron extraídos del sarcófago, limpiados y recolocados en la urna que podemos ver en las fotografías. Hoy de nuevo ven la luz para ser sometidos a estudios. Respetuosamente los muestro. Pocas veces se tiene la oportunidad de mirar cara a cara a un Rey de Aragón y he de confesar que me ha impresionado no por la contemplación de unos restos óseos, a lo que estoy habituado, sino por comprender que la vida que hubo en ellos fue la de un rey de Aragón. ¡Cuántas ideas pasaron por esa cabeza en los convulsos tiempos en que Aragón se forjaba a base de empeño, fe y voluntad!