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Como digo, cuando uno mira hacia la cabecera nota un resplandor. Pero en este caso no es como en otros templos románicos fruto del sol de la mañana penetrando por los vanos absidales. No. Es debido a la chapuza megalomaníaca e inadecuada de quienes diseñaron un acceso a la cripta a través de un sistema doble de escaleras de mármol blanco a juego con el que hallamos en la cabecera y que aleja a los fieles a tanta distancia del oficiante que el escenario es realmente indescriptible. En especial si pensamos en liturgias de ordinario en un pueblo de menos de 150 habitantes.

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Prácticamente todo el espacio de la nave del transepto fue excavado para situar en ese lugar el acceso a la cripta. Lo increíble es que hasta ese momento se accedía a la cripta por el exterior a través de su vano meridional gracias al que un vecino del pueblo accedía a cultivar allí champiñones. Y según narra Cayetano Enríquez en sus libros, se sintió "expropiado" por impedirle que siguiese llevando a cabo su actividad.

Lo cierto es que a la vista de lo que se ha hecho quizá hubiese sido mejor la industria del champiñón. Mármol blanco, inmaculado y frío. Barandillas de madera y metal, luces de acceso más acordes para un establecimiento de ocio que para una cripta. Y un entarimado imitando parqué con puntos de iluminación desde el suelo, quizá adecuados para lograr un efecto espectacular pero sin duda inapropiados para el uso litúrgico de una cripta. Ni siquiera se ha colocado un altar en la misma.

Cúmulo de despropósitos llevados a cabo con todas las bendiciones oficiales de Colegios de Arquitectos y Comisiones de Patrimonio que han visado y aceptado esta auténtica burla al arte románico. Si piensan que mis palabras son excesivas, vayan y visiten el lugar. El párroco, mosen Manuel Bibián que vive en la calle del Aire número 2, les acompañará gustoso y les dará detalles y mostrará documentos, inflamado de santa indignación..

Lo increíble es que el acceso a la cripta original se efectuaba por medio de una pequeña escalera labrada en la propia roca que sirve de asiento al templo, estrechita y situada en el lado sur de la misma, como se puede ver en las imágenes 5 y 7 que acompañan a uno de los informes de obra. Pero claro. No hay gloria en adecentar viejos peldaños en la roca. Había que desmontar una amplia zona del subsuelo del templo y excavar su roca con taladros neumáticos para lograr una caja capaz de albergar la impoluta escalera. Y aún hemos tenido la suerte de que no se pensase en un acceso para discapacitados...

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El proyecto arranca de una memoria valorada de diciembre de 1990 por encargo de la Dirección General de Patrimonio de la Diputación General de Aragón, que quedó en suspenso por falta de recursos económicos. En 1994 se redactó nuevo proyecto reduciendo presupuestos y en noviembre de ese año comenzaron las obras. En septiembre de 1995 se añadió un proyecto adicional que recogía obras no presupuestadas e imprevistos. Total 14.827.825 pesetas. El 18 de septiembre de 1996 aparece el proyecto del arquitecto Joaquín Naval Mas visado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón. Posteriormente hay un nuevo visado de 26 de Mayo de 1999 para finalización de las obras de restauración de la cripta de la iglesia parroquial de Pertusa, firmado por el arquitecto Luis V. Franco Gay.

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En la primera fase fueron desmontadas bóvedas y columnas para sustituir los fustes dañados y reponer basas. Las imágenes 8 y 9 corresponden a los informes de esas obras.

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El resultado funcional para la liturgia es desastroso. Al mosen no se le tuvo en cuenta a la hora de aportar sus ideas, que lo hizo y por escrito. Y estéticamente, me vienen algunos adjetivos a la mente que por mi buena crianza no puedo transcribir. Pero recomiendo contemplar un ratito la imagen 11 del lado sur de la escalinata casi-palaciega de acceso a la cripta (¡Hay otra igual en el lado norte, maldita sea! -perdón-). Sacad vosotros mismos las consecuencias y adjetivad en privado.

Ah, se me olvidaba. Además de la elegante estructura que muestro, había un acristalamiento de la misma que completaba el bodrio y fue desmontado. Mientras tanto el resto del templo esperando alguna atención básica.