LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO

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CATEDRAL DE JACA: ÁBSIDE SUR

DETALLES EDIFICATIVOS Y ESCULTÓRICOS COMO FUENTE DE DUDAS


En esta ocasión voy a intentar aproximarme al ábside sur de la catedral de San Pedro de Jaca tratando de olvidarme de todo lo que se y de todo cuanto supone esta estructura para el románico. Estamos delante de la estructura mejor conservada de la cabecera de la seo jaquesa y cuando la contemplamos en perspectiva su aspecto es sin duda rotundo y pleno de las convenciones que definen el arte románico como en lo tocante a su delicioso vano central decorado con columnillas sustentantes de arquivolta de baquetón. El ajedrezado jaqués posee tres filas de tacos en el guardapolvo que enmarca el vano y tan solo de dos en las molduras que bajo el mismo y continuando los cimacios de los capiteles recorrerán toda la fachada, articulándola. En altura hallamos canecillos decorados, sustituyendo a los triglifos del esquema clásico, con metopas entre ellos. Canecillos que cumplen la función de sustentar una cornisa decorada en su borde libre por medio de una tercera banda horizontal de ajedrezado con dos filas de tacos, como ocurre en todas las horizontales del templo. En su superficie inferior presentan motivos decorativos geométricos.

Una columna se alza a partir de la pilastra adosada en el lado sur del ábside. La moldura de taqueado perfila la pilastra pero en lo tocante a la continuación de los cimacios, se ve interrumpida por el adosamiento de ésta al tambor absidal. Más allá se continuará hasta la pilastra adosada al presbiterio donde se detiene, En altura remata en capitel que colabora a sustentar la cornisa. Probablemente hubo otra en el diedro formado por este ábside con el desaparecido ábside central.

En esta temporada verano-otoño de 2014 varias zonas del templo se hallan en obras. Una de ellas es el ábside sur, donde se ha montado un pequeño andamio para reparar las cubiertas. Un andamio no es un obstáculo para obtener fotos, es una circunstancia que hay que aprovechar para lograr tomas que de otro modo no podríamos hacer. Así que gracias a ello he podido acercarme más y advertir pequeños detalles que me van a dar pie para reflexionar sobre esta zona de la catedral.

Una vez arriba lo primero que llama la atención es el capitel que colaborar a sustentar la cornisa. Es un capitel de hechura corintia decorado con hojas vegetales decoradas con foliolos incurvadas y acabadas en bolas jaquesas. Intercaladas en la base hay palmetas. En el nivel superior, las volutas han desaparecido y también parte de los apeos centrales para el cimacio. No da la sensación de roturas espontáneas sino más bien de haber sido rebajada su mitad superior para adecuarla a una pieza de cornisa bastante más estrecha que las restantes. Por otra parte, la zona estructural del capitel correspondiente a su base, la que debía de continuar hacia atrás el collarino y la garganta del capitel ha sido rebajada y aparece separada de la superficie del ábside como puede advertirse en la toma lateral bajo estas líneas.

Creo que este capitel fue reutilizado para utilizarse aquí. En origen fue un capitel estructural labrado en tres de sus caras, seguramente un capitel de portada que de alguna forma ha acabado en este lugar tras rebajarse una parte de la zona inferior de su sólido capaz estructural apareciendo como "colgado" de su prolongación posterior. En el esquema coloreado sobre estas líneas señalo el "sólido capaz" total, con su parte labrada y vista en amarillo, la oscura es la que permanece en el interior del paramento con función estructural y la señalada en rojo la que de modo excepcional se ha eliminado en esta caso para poder "incrustar" el capitel en el paramento entre las metopas adecuándolo a la altura de aquellas.

Si el capitel es reutilizado, la columna sobre la que se alza no parece ir a la zaga. Se compone de tres tramos. El inferior muy semejante a los del vano en tamaño y aspecto. Uno pequeño central intermedio en la zona donde ha desaparecido el ajedrezado y otro superior de diferente aspecto, color y textura que además lleva una rebaje tallado en su extremo inferior, al estilo de lo empleado para utilizar un cierre, como en la primera imagen que muestro bajo estas líneas perteneciente a la puerta de la iglesia del castillo de los santos en Adahuesca.

Por otra parte, cuando se observan de cerca las metopas y sus detalles, lo primero que se advierte desde el punto de vista formal es que están prácticamente todas dañadas en sus ángulos y en sus bordes como señalo con círculos amarillos en las imágenes. Mi interpretación es que esas placas han sido recolocadas en el lugar donde ahora se hallan y que no fue esta su primera ubicación. Aparentan ser placas "random" como las existentes en San Fructuoso de Barós. Alguna de ellas, como la situada a nuestra derecha del capitel y que muestra parte de un ser alado aparentemente basilisco (ver imagen del capitel más arriba) fue recortada y girada 90 grados a la derecha para poder ser ajustada al espacio dejado por el capitel. Al lado de nuestra izquierda del capitel hay una placa decorada con motivo geométrico vegetal. Es una rosácea de ocho pétalos con nervaduras inscrita en círculo decorado con pequeños bezantes y a su vez ocupando el espacio de un cuadrado cuyas enjutas las decoran grupo de cuatro bolitas. Una hechura absolutamente identificable con las placas que conforman la cornisa como sofitos y que realmente creo que es una de ellas recolocada como metopa (Ver imagen bajo estas líneas a la derecha).

Cuando observamos con detenimiento la zona alta del ábside próxima al capitel podemos apreciar varias circunstancias (La imagen activa las señala situando sobre ella el cursor). En primer lugar el propio deterioro de la parte superior del capitel, que ha sido rebajado a base de eliminar los extremos de sus volutas. Luego, la existencia a nuestra derecha de una metopa a la que se ha eliminado una parte y además se ha rotado 90 º a la derecha. La "metopa" de la izquierda, no es tal. Su figura geométrica coincide plenamente con el modelo común para todas las decoraciones de las piezas de cornisa: un círculo inscrito en un cuadrado, decorado al interior con motivo geométrico o floral, en ocasiones con bezantes en el aro marco y con bolas en las enjutas.

Mi conclusión es que en este lugar concreto se "injertó" el capitel tras haber sido rebajado en sus volutas así como en la zona inferior del bloque/sólido capaz para adecuar su zona estructural oculta a la altura de las metopas. La pieza de cornisa que debía de estar sobre el capitel, se ha trasladado en funciones de metopa a la izquierda del mismo, desapareciendo el canecillo que aquí habría en origen. Para adecuar el espacio, tanto la pieza de cornisa sobre el capitel como la metopa a su derecha, se han recortado y girado en el caso de la metopa.

Es posible que como en otros templos románicos, se haya concedido demasía trascendencia a la escultura y a la simbología que encierra dejando en segundo plano algo tan fundamental como es el planteamiento arquitectónico del edificio en el cual aquélla no es sino acabado. En estas placas podemos ver una serie de animales: leones, basilisco o dromedario, además de algunas figuras humanas que más adelante veremos

Referente a las imágenes de leones en estas placas random, uno de ellos, el situado en el tercer espacio por la izquierda, guarda una notable semejanza con el león de nuestra izquierda del tímpano de la portada occidental, como podemos advertir en al imagen inferior en la que muestro a ambos. La disposición de león pasante es similar así como la forma de labrar las melenas o la posición y remate de la borla de su cola. La diferencia estriba en la mayor elegancia del labrado en el tímpano. El del ábside central a pesar de seguir un modelo común, es más tosco, acaso más arcaico.

Veamos ahora alguna de las figuras humanas, la más interesante es la que ocupa la primera metopa por nuestra izquierda. Muestra a una persona desnuda ocupando el espacio de modo diagonal de izquierda a derecha y de arriba a abajo en una postura que parece estar cayendo hacia atrás. Tiene las piernas separadas, la cabeza girada hacia atrás ocultando su cara con la mano cuya palma abierta situa delante suyo en actitud de protección. Con la mano izquierda sujeta a una serpiente que se enrosca sobre si misma y parece atacar en dirección a su cabeza. La imagen es activa y situando el cursor sobre ella se resaltan los detalles.

Sin duda es interesante esta imagen en bajorrelieve porque repite la gestualidad de lo visto en el capitel de la portada occidental del ciclo de Habacuc descrito por D. Simon en el cual hay personas desnudas que se defienden de la serpiente en el mismo modo, con la salvedad que allí la serpiente la porta una tercera persona cubierta parcialmente con una clámide como podemos ver bajo estas líneas. Esta gestualidad es la que para Serafín Moralejo procede de la esculpida en el sarcófago de Husillos, concretamente en la sirviente situada a la derecha de Orestes.

Al otro extremo del cilindro absidal, lindando con canecillo y metopa modernos, encontramos otra figura humana que interactúa con otra serpiente (ver imagen activa bajo estas líneas). En este caso también la escena transmite movilidad. La clámide que porta el personaje flota sobre sus hombros a ambos lados de la figura acaso representando que se halla en movimiento brusco, También su larga cabellera está al viento. Porta una serpiente con la mano derecha cuyo cuerpo pasa tras su pierna derecha y luego por delante de la izquierda. No da sensación de intentar atacar al hombre sino que más bien parece que sea él quien la controla y corre con ella en la mano

Hay en los almacenes del obispado algunas metopas guardadas, acaso procedentes de los ábsides central o norte. Una muestra una fiera, acaso león, otra también recortada como la del basilisco, muestra una águila en posición frontal y la última una interesante composición geométrica formada por dos aspas cruzadas que pueden ser el esquema de una silla curul con cabezas de aves en sus extremos superiores y garras asiendo bolas en los inferiores, todo ello realzado con un elegante motivo geométrico que rellena el fondo. Este motivo guarda más parecido que los anteriores con las placas random de Barós.

Hasta aquí, aparte de algunas conjeturas, lo descriptivo de "la ascensión a los andamios" y a partir de este punto son más las dudas que las certezas. Como hipótesis que surge de modo natural tras comprobar lo descrito, habría que pensar que la decoración de la porción superior de este cilindro absidal fue reutilizada, colocada aquí -en ocasiones de mala manera como en lo tocante al capitel- o a algunas placas dañadas en sus esquinas y bordes, cortando y girando alguna o utilizando placas de cornisa para completar los huecos de las metopas. Eso es objetivable.

La primera duda surge aquí: Si esto se acepta, ¿de dónde proceden estos elementos decorativos? Si el arranque es lombardista, hay que descartar que esta decoración románica sea de la fase previa del templo y tampoco parece probable poder adscribirlos al desaparecido templo de San Pedro el Viejo por el mismo motivo aunque tampoco habría que descartarlo por completo. Otra posibilidad acaso la más lógica, es que la zona superior del ábside se desmontara en algún momento y fuera posteriormente rehecha con las mismas piezas reutilizadas y colocadas de modo más torpe. Esa posibilidad habría que fijarla en el momento en que se decide desmontar el desaparecido ábside central. Las labores de demolición del mismo afectarían a la zona limítrofe de este ábside sur y a la cornisa con su decoración hasta el capitel que la sustenta. Aboga en este sentido el hecho de que las zonas de la cornisa más alejadas del ábside central no presentan fracturas en las metopas y las junturas de las mismas y de los sillares don perfectas.

En segundo lugar, la iteración de motivos que veremos en la portada occidental (gestualidad ante la serpiente, león o la postura de otro león similar al oso bajo el león de la derecha del tímpano) realizados con hechura menos elegante abogaría por adscribirlos a una fase más temprana en relación con la elegancia del Maestro de Jaca labrando los capiteles o el tímpano de la portada occidental. Aceptando la hipótesis de Moralejo acerca de la asunción de la gestualidad desde Husillos a través de Frómista, habría que concluir que estas son las primeras piezas en las que trabaja el maestro/puente entre Frómista y Jaca al cual Prado Vilar define como Maestro de Orestes/Caín y al cual atribuye vivencias más allá de lo gestual, adentrándose en el mundo de las pasiones humanas y reconociendo la transferencia no solo de las formas sino también de los sentimientos, de la asunción del drama familiar clásico aplicado a otros dramas familiares como el de la muerte de Abel a manos de su hermano Caín (De ahí su definición del "Maestro de Orestes-Caín") o del inconcluso sacrificio de Isaac a manos de su padre, Abraham.

En fin una nueva fuente de incógnitas que surge de la catedral de Jaca, lo cual tampoco es de extrañar pues tan solo hay que considerarla con atención y rigor y las dudas surgen en cada uno de sus rincones.

 

Huesca; 5 de octubre de 2014. día de San Froilán.

Antonio García Omedes

de la Real Academia de NN. y BB. Artes de San Luis de Zaragoza


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