Un elemento 
      clave en el templo es su portada, que se abrió en lo que debería 
      de haber sido el hastial sur del crucero. En el proyecto original hubiera 
      abierto en el muro de poniente. Es del 
      estilo típico de portada del maestro de Agüero, con el vano 
      "útil" antropomorfo configurado por las jambas, el tímpano 
      y los modillones que lo sustentan. (Imagen 
      1). Es una portada de 
      arco de medio punto compuesta por cuatro arquivoltas abocinadas, las dos 
      exteriores de arista viva y las interiores con perfil de bocel apeando 
      a través de ocho magníficos capiteles con sus correspondientes 
      columnas y basas sobre podio de doble hilada de sillares.  Por fuera 
      de la arquivolta externa hay una moldura doble de bocel y cubriendo el conjunto 
      un tejaroz sobresaliente sustentado por seis ménsulas historiadas. Debía 
      de haber tenido siete (numero cabalístico) pero la apretura de espacio 
      hacia el oeste, donde topan con el grupo de columnas, lo impidió 
      (El tejaroz en su articulación con el grupo de columnas presenta 
      una bien trabajada muesca en forma de media luna). A la 
      derecha de la portada hay un extraño arco de medio punto que apea en 
      el ultimo capitel -doble- por un lado y en las hiladas de la base mediante 
      larga columna con sencillo capitel vegetal. Todo 
      ello, descentrado y enmarcado por dos gruesas columnas-contrafuerte adosadas 
      al templo.
  
   
    Por otra parte, esta portada 
      es modesta para ser la principal de un templo de esta envergadura. Debió 
      de ser planeada a lo sumo como puerta  de acceso al claustro de no 
      ser, como es muy probable, que no estuviera en el proyecto inicial y fuese 
      un recurso "encargado" al taller cincovillés del maestro de Agüero 
      para salir del paso. Esto justificaría la repetición de motivos escultóricos 
      al emplearse piezas que estaban ya elaboradas. La portada principal, en el 
      centro del muro de poniente tras no menos de cuatro tramos, debiera de 
      haber sido mucho más suntuosa y grande.
  
   
    Las imágenes 
      2 a 7 corresponden al detalle de las ménsulas que sustentan el tejaroz. 
      Representan a una arpía, un 
      dragón una pareja de bailarinas de las que una se desprende de su ropa de encima, 
      otra bailarina en posición de pirueta, una fiera y otra arpía, 
      respectivamente.
    8
  
   
    10
    Las imágenes 
      8 a 10 corresponden al conjunto de los capiteles y tímpano de la Epifanía, 
      que veremos con más detalle en la siguiente página.
    11
12
    Enmarcan 
      la portada grupos de columnas-contrafuerte al estilo de las iglesias existentes 
      en las Cinco Villas, como Puilampa (Imágenes 11 y 12) rematadas en capiteles 
      decorados con motivos geométricos que -como en la imagen 
      8- le dan un "aire de monumento egipcio". Todo el muro 
      sur a lo largo de los cinco tramos que debió de haber tenido -como 
      mínimo- debió de haber estado adornado con este tipo de columnas-contrafuerte 
      marcando al exterior cada tramo,  aportándole un aspecto realmente magnífico, 
      por no decir regio. En el Alto Aragón podemos encontrar un total de nueve portadas atribuibles al taller del maestro de Agüero, con su perfil antropomorfo y tímpano apeado en mochetas. Estas son: San Felices en Uncastillo, San Salvador de Ejea de los Caballeros (portadas norte y oeste), San Salvador de Luesia (oeste), Santiago de Agüero, San Nicolás de El Frago, San Miguel de Biota (portadas sur y oeste) y la recién recuperada (2021) de Nª Sª de la Asunción en Almudévar (donde el tímpano y las mochetas se perdieron en la reforma del siglo XVIII).