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Circulando por la C-140 de Ainsa a Campo, a mitad de camino entre ambas poblaciones, sale una carretera a lnuestra izquierda que pasando por Artiat nos conduce en unos 3,5 Km al pequeño lugar de San Juan situado en la falda de Sierra Ferrera. San Juan o San Juan de Toledo cuenta con una magnífica iglesia románica de cabecera trebolada próxima al barranco de Lanata. Es de nave única rematada en triple ábside, lo cual es excepcional en nuestra zona (Ver planta). Solo he visto un edificio similar: la ermita de Los Dolores de Monflorite, cerca de Huesca y otro parecido pero no de la misma categoría: la pequeña ermita de Santa Lucía, próxima a Ayerbe. La llave de este bello y cuidado templo, la guardan en la casa que hay a escasos 200 m antes de llegar y la prestan sin ningún problema (2001, 2005 y 2009).

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Esta iglesia de Toledo de Lanata, posee antecedentes visigótico-mozárabes, en especial en su último tramo. Maestros lombardos la reconstruyeron a principios del siglo XI (1134). Probablemente sea una de las iglesias más antiguas del Sobrarbe. La puerta de acceso del hastial de poniente , de factura visigótica es (junto con la estancia trascoro segregada de la iglesia y utilizada como almacén) la parte más antigua de la edificación (Imágenes 1 a 3). Un friso de arquería ciega lombarda apeada en ménsulas y sin lesenas, recorre la nave y los ábsides en altura (Imágenes 4 a 8).

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La cabecera triabsidal remata el edificio al este y cubre al interior por medio de bóveda de arista , a diferencia de la mencionada de los Dolores en Monflorite, que cubre con cúpula de media esfera (Imágenes 6 a 8). Al costado sur de la iglesia persisten a duras penas las ruinas de lo que queda del antiguo monasterio ubicado a su amparo. Una vez dentro y encendidas sus luces (interruptores, a la izquierda de la puerta), se aprecia su nave apuntada y las polícromas pinturas que cubren en parte la cabecera del templo, realizadas en 1599 como figura en el intrados del arco triunfal.

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Los tres absides convergen en un espacio cuadrado central que genera en altura la mencionada bóveda de arista transmitisndo arquitectónicamente una idea trinitaria (Imagen 20). La imagen 11 muestra el ábside central y el del lado norte y la imagen 12 el central y el meridional.

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Las imágenes 13 a 15 detallan el ábside norte y su decoración. En el cascarón absidal hay una escena trinitaria. Dios Padre sujeta la Cruz donde está clavado Cristo y sobre su pecho se halla el Espíritu Santo (Imagen 15). En el cilindro absidal se han perdido la mayor parte de las pinturas. Queda la escena correspondiente a la Virgen del Rosario (Imagen 14).

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Las imágenes 16 a 19 corresponden al ábside sur y sus pinturas están mejor conservadas como sule ser habitual en el lado meridional de los templos. En la bóveda hay una escena del Juicio Final presidida por Dios Padre flanqueado de ángeles. San Miguel con su balanza separa las almas. Los elegidos pasan hacia nuestra izquierda a través de la puerta donde les espera san Pedro flanqueado por sus inseparables grandes llaves. Al otro lado, una legión de variopintos demonios se esfuerzan en recoger su botín de almas y llevarlo hacia la gran boca de un Leviatán que asoma en el ángulo derecho (Imagen 19). En el cilindro absidal a nuestra izquierda hay un retablo pictórico que muestra en altura un Calvario flanqueado por la Verónica y María Magdalena. En la calle inferior se alinean Santiago, santa Catalina y san Saturnino (Imagen17). Al lado derecho encontramos cuatro escenas veterotestamentarias: Adán y Eva, el Sacrificio de Abraham, Job y el rey David llorando la muerte de su hijo Absalón (Imagen 18).

 

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La bóveda de arista que cubre el espacio cuadrado entre los tres ábsides y la nave está decorada con las figuras que se aprecian en la imagen 20 y que corresponden a los cuatro evangelistas bajp la forma de sus respectivos tetramorfos.

Entre la cabecera y la nave, en el intradós del arco triunfal, hay una sucesión de pinturas representando patriarcas, reyes y profetas del Antiguo Testamento mostrados en la imagen superior. En la clave, en forma de escudo, aparece la fecha de 1599.

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La imagen 22 corresponde a la nave y pies del templo tomada desde la cabecera. Se aprecia la triple esquina posterior de su primer tramo así como que los tres restantes tramos se delimitan por fajones apeados directamente en el muro mediante ménsulas al modo cisterciense. En el coro, abriéndose hacia el muro sur, hay una ventanita de medio punto dovelado rehundida en alfiz de claro sabor mozárabe (Imagen 23). Recuerda a las que poseen las iglesias del Gállego.

Bajo el coro en una urna-expositor podemos apreciar una piedra cálcica con hueco tallado en el que se depositaron las arquetas de reliquias del templo (Imagen 24). Frente a la puerta de acceso a la nave hay una capilla añadida desde la que puede accedere a la torre (Imagen 25), Alberga la pila bautismal gallonada y cubierta de pinturas representando a las almas que se habrían salvado por el bautismo en ella recibido (Imagen 26).

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La nave de la iglesia se diseñó para ser cubierta con bóvedas de arista al estilo lombardo, quedando pruebas inequívocas en los pilares de triple esquina situados en la parte anterior de la misma y que deberían de haberse continuado hacia arriba en arco fajón, formero y arista, respectivamente (Imagen 28).

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Como en tantos otros monumentos, los maestros lombardos iniciaron la obra proyectando el modo de abovedar desde el principio. Por diversos avatares, que desconocemo, lo hubieron de concluir otros menos hábiles que cerraron la edificación como mejor sabían: unas veces con bóvedas de medio cañón, otras con cubiertas de madera, etc. Ejemplos de esto que digo pueden rastrearse en la cripta de la ermita de Samitier.

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Adornando las paredes de la nave encontramos las pinturas de los Dolores de la Virgen que fueron arrancadas y pasadas a lienzo. (Imágenes 29 a 33). La imagen 34, mejor corservada y /restaurada que las demás, corresponde a una obra ubicada en el Museo Diocesano de Barbastro, adquirida, según me relataron a un "coleccionista particular de Madrid".