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Desde lo alto del cerro en que se ubica domina con claridad el curso del río Vero en las inmediaciones de Barbastro. Comunica visualmente con el Monasterio del Pueyo hacia el sur y con la ermita de La Candelera de Salas Altas hacia septentrión. Su privilegiada situación hace fácil comprender que fuese sitio estratégico de primer orden. Debió de haber allí torre de vigilancia islámica, a juzgar por los grandes sillares del arranque de la base del torreón. Pedro I reconquistó el lugar a finales del siglo XI apareciendo en 1095 noticia escrita del lugar de Castellazo en documento del citado monarca. Afianzado el lugar, se tomó Barbastro en 1100 y probablemente a partir de esa fecha se edificaría el templo románico a la vez que se fortificó el lugar reutilizando las dependencias islámicas allí existentes.

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Se conocen los nombres de algunos tenentes, como el llamado "Barbatuerta" (1126) cuyos descendientes adoptaron por nombre de linaje "Castellazol". Pelegrín, señor de Barbastro ocupó la tenencia en el XII. Ruy Pérez de Castillazuelo en el XIV y el Barón de La Laguna en el XVII.

Los siglos XV y XVI supusieron grandes modificaciones en la estructura de la fortaleza para adaptarla a casa señorial. En el siglo XVII pertenecía a los Alagón de Espés, de la baronía de Castro. El edificio ha estado en uso hasta la década de los 50 del pasado siglo. Su ruina se halla en proceso de rápida progresión. Ya no conserva nada de su techumbre y a duras penas aguanta su fachada norte realizada en ladrillo; mientras que por el sur se deshace ante la general indiferencia. Su historia y el hecho de formar parte de las raíces de esta zona del Somontano deberían de ser motivos suficientes para prestarle atención.

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La imagen 2, aérea tomada de Google Earth, nos señala su localización. La imagen 2a, de aproximación, es interactiva. Colocando sobre ella el cursor se resaltan las estructuras de iglesia y torreón. Sus medidas aproximadas son de unos 32 m. de eje mayor por 12 el menor. El templo mide 18,30 x 5,30 m. El lado del torreón es de cinco metros y la superficie total de lo edificado se aproxima a los 400 metros cuadrados.

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El edificio asienta sobre un espolón rocoso de arenisca en cuyo seno se excavaron túneles, pasos y aljibes o cías. Hay restos de la primera ocupación islámica, al modo de lo visto en Piracés, Marcén, Alberuela de Tubo o Usón, entre otros lugares del entorno. La torre ocupa el ángulo noreste de la edificación. Posee una cámara excavada en la roca, cubierta por bóveda de medio cañón norte-sur, de hechuras del siglo XV o XVI (Imágenes 7 a 9). El revestimiento de su base se hizo con sillares grandes dispuestos formando talud y luce un par de aspilleras. Diferente hechura tienen los sillares del nivel alto, así como los que cierran hacia el sur dicha cámara que no son sino los que conforman el muro norte del templo. Buena parte de ellos poseen marcas de cantería.

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Adosada al lado sur de la torre y asentada en la roca, se edificó la iglesia románica de inicios del siglo XII, orientada y con la particularidad de ser su cabecera plana al exterior, siguiendo la línea de fachada marcada por el lienzo este de la torre. Es infrecuente en el románico aragonés del XII este tipo de cerramiento exterior de cabecera. No lejos de aquí se halla, río Vero arriba, Alberuela de Laliena cuyo templo posee similar particularidad atribuyéndose su edificación a la orden templaria de San Juan de Jerusalén.

La mitad del lienzo plano de esta cabecera situada al lado sur, al igual que el muro de ese lado del templo, se han venido abajo. Quizá la causa estribe en la mala calidad de la arenisca sobre la que se asentó.

La fachada de ladrillo de la imagen 13, se derrumbó en 2010 (SIPCA).