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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-CACABIELLO. RESTOS DE LA ERMITA DE SANTA MARÍA- |
  UTM 30T 685975 4694228 590 m |
Para comprender esta pagina, lector, habrás de hacer un esfuerzo suplementario. Porque es más lo que deberás de imaginar que lo que en realidad vas a ver. Hay poco. Pero con la suficiente entidad para que personas con cariño hacia la tierra y la historia y con ojos capaces de escudriñar las piedras hayan sabido ver -adivinar, diría yo- el buen oficio de las rudas manos de quienes edificaron este templo del que restan menguados vestigios. Me refiero a Don Ricardo Mur Saura. Gracias al artículo que él publicó en la revista de la Asociación Sancho Ramírez "La Estela" Nº 5. Dic. 2000; pp.: 21-22 ("¿Hallada la Iglesia de Nuestra Señora de Cacabiello?") tuve conocimiento de la situación de los restos que describe y de sus hipótesis acerca de los mismos, que repetiré en este artículo, acompañándolos de fotografías mías del lugar.
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De entrada, Cacabiello fue aldea con función militar para defender el paso que el Gállego hoy represado en La Peña labra hacia la tierra llana a la que asoma por entre medio de los mallos de Riglos y Agüero. Lugar de interés militar, complementado por el castillo de su mismo nombre del que restan ruinas sobre las crestas que dominan las compuertas del embalse (Ver imágenes). Lugar de fundación real, por tanto provisto de tenentes, formó parte de la primera avanzada militar de Sancho III el Mayor en su progreso hacia la tierra llana dominada por el infiel. Entre los años 1033 y 1035 se documenta su tenente llamado Ariol Sánchez.
El tránsito de gentes cristianas en esta zona se producía al norte de las sierras de Riglos o Loarre a través del valle del río Garoneta. Ya he resaltado este hecho al hablar de las magníficas sorpresas que nos depara el mismo, como son la iglesia de San Juan Bautista de Rasal o la galería porticada de Bentué de Rasal, dos auténticas y desconocidas joyas del patrimonio de la Hoya de Huesca. Las incursiones que el moro hiciera, deberían de llegar siguiendo el curso del Gállego. De ahí este estratégico punto de vigilancia.
Poco al norte de la presa de La Peña se halla sumergido el puente medieval que permitía cruzar el Gállego desde época romana. Hoy queda bajo las aguas del embalse, asomando tímidamente junto al puente metálico cuando la sequía es notable. Próximo al mismo surgió la aldea de La Peña que al igual que el puente permanece bajo el agua y el lodo del embalse. Y más al norte hubo otra aldea que se llamó Santa María que hoy subsiste con el nombre de Santa María de la Peña, refundiendo nombres y lugares.
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Para llegar al lugar donde persisten las escasas ruinas de la iglesia de Cacabiello que permite situar el lugar de realengo de Santa María de Cacabiello hay que remontar el curso del Gállego en dirección al pantano de la Peña, rebasar Murillo y el estrecho de los mallos de Riglos y desviarnos hacia la central eléctrica de Carcavilla. Pasaremos el Gállego por un estrecho puente para una vez rebasada la central seguir una pista en mediano estado, paralela y un poco a poniente de la vía del ferrocarril durante unos ochocientos metros.
En las imágenes 2 y 3 muestro vistas aéreas del Sig-Pac con la situación de la central y el corral que nos ocupa; vista más detallada del mismo y la vía férrea del canfranero que forma trinchera obligando a caminar algo hacia el norte para poderla cruzar por sitio menos abrupto. En la imagen 4 ampliada, se ve el tejado del corral arriba a la izquierda.
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La estructura actual es un corral de ganado de 12 x 6,70 metros, orientado su eje mayor en dirección este-oeste con ligera desviación de la teórica cabecera hacia el sur (Imagen 2). Lo precede un recinto rodeado de murete y pequeños y semiarruinados cobertizos.
Al interior, un recio pilar central soporta la viga maestra en la que apea el tejado a dos aguas. Dos puertas abren al corral en el lado sur. Lo más interesante de esta edificación se halla en su muro de cierre a poniente, así como en unos cuantos metros del muro norte (Imagen 16). Dice Ricardo Mur que también al exterior se aprecia esta fábrica; pero la gran cantidad de vegetación que esta lluviosa primavera de 2008 ha propiciado hace vano cualquier intento de comprobarlo
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Unas catorce hiladas de una perfecta ejecución nos hablan en este ángulo noroeste de la cuidadosa ejecución del edificio que una vez arruinado devino en paridera. Son sillarejos, en su mayor parte más largos que altos, componiendo una fábrica elegante. Dice Ricardo Mur que son "como ladrillo caravista". También hay sillarejos más cuadrados, e incluso otros que muestran trabajo de tallante o buril en su cara vista.
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En la imagen 16, todavía se advierte el lugar donde Ricardo Mur excavó cuando hizo el artículo para la revista "La Estela", señalado por unos cartones. En su informe habla de que tras un metro de colmatación alcanzó el pavimento original de losas de piedra del edificio. Sin duda el sitio señalado por Mur es importante en el momento histórico referido, aunque él, cauto, remita a una necesaria excavación arqueológica para certificar lo que las piedras nos dicen y él intuye.
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Serían pues estos los restos de la iglesia de Santa María de Cacabiello, lugar defensivo del paso del Gállego, complementario con el ya citado castillo de Cacabiello y que con el devenir del tiempo se arruinó y olvidó atribuyendo su nombre al cercano lugar de Santa María de la Peña.
La virgen de este templo, hoy en la parroquial de Riglos (Imagen 17) se hizo originaria de Santa María, donde hay una réplica de la misma. Pero las piedras y Don Ricardo Mur nos hacen ver que su templo fue lo que hoy es corral junto a la vía del tren. Cuando pasemos una vez más por este desfiladero, sin duda bello y turístico, lo veremos bajo otro punto de vista.
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