| -SUSÍN. PARROQUIAL DE SANTA EULALIA (Cont.)- |
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Muestro ahora detalle de todos los petroglifos
que he localizado. Como se puede ver dominan los símbolos de doble
espiral, círculos concéntricos o geométricos. Destaco en cabecera el considerado como
"crismón" situado en el lado sur del cilindro absidal.
Se halla girado 90 grados a nuestra izquierda con respecto a su posición
lógica (prueba evidente de recolocación). Entrecomillo la palabra crismón,
por que para que pueda definirse como tal ha de haber al menos
los dos primeros símbolos del nombre de Cristo formando monograma
("X" y "P") y es evidente que no se da el caso. Lo que
vemos es una cruz de brazos iguales, que se ensanchan hacia el exterior,
inscrita en un circulo y enmarcado todo ello en un cuadrado cuidadosamente
trazado a puntero. Del brazo horizontal de la cruz penden los símbolos
apocalípticos omega y alfa. La cruz se prolonga por un vástago
que rebasa el marco a modo de astil de cruz procesional. El modelo remite a cruces hispanovisigodas
cuyo paradigma puede ser la cruz de los Ángeles donada por Alfonso II
en el 808 a la basílica de San Salvador de Oviedo.
Este detalle viene a dar fe de la introducción
en esta zona de lo que sería más tarde Aragón de
una cultura edificativa y religiosa de tradición hispanovisigoda
vehiculada por gentes que llegan hasta aquí a través del
reino de Pamplona en el siglo X. No lejos de aquí una epigrafía
en Aratorés
lo corrobora.
Será un momento en que los templos
de esas gentes debieron de ser pequeños, de cabecera plana y
con elementos de tradición hispanovisigoda como el arco de herradura.
Estamos hablando de la ermita de Espuéndolas,
de las de Espierre (Santa
María o San
Juan) o de la planta de la ermita de San
Bartolomé de Gavín. Más adelante, quizá
tras alguna de las razias de Almanzor que las arruinara, se rehicieron
con el modelo serrablés a partir de la mitad del XI. E incluso
es probable que gentes mozárabes orasen en ellas.
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En estos petroglifos que muestro, además
de la cruz con el alfa y el omega destaca otro símbolo omega,
girado 180 grados (Imagen 3), cruces, muchas dobles
espirales de entre las que la imagen 12 es sin duda
bella e incluso un pequeño pentalfa (Imagen 14),
símbolo pitagórico de la perfección sincretizado
por el cristianismo para simbolizar las cinco llagas de Cristo o las
cinco virtudes (generosidad, compañerismo, pureza, cortesía
y misericordia). Hay también epigrafía -invertida- en
algún sillar como en la imagen 10. Es destacable
que sus dos primeros signos son los dos primeros del nombre de Cristo:
"X" y "P".